Los precios del petróleo subieron levemente el lunes temprano, impulsados por las preocupaciones de que el conflicto en Medio Oriente afectará el suministro en la principal región productora y las expectativas de que el recorte de la tasa de interés estadounidense de la semana pasada apoyará la demanda.
A las 0045 GMT, los futuros del crudo Brent para noviembre subían 20 centavos, o un 0,3 por ciento, a 74,69 dólares el barril, mientras que los futuros del crudo estadounidense para noviembre subían 22 centavos, o un 0,3 por ciento, a 71,22 dólares.
Ambos contratos subieron en la sesión anterior gracias al respaldo de los recortes de las tasas de interés en Estados Unidos y a una caída en la oferta en ese país tras el huracán Francine. Los precios del petróleo subieron por segunda vez la semana pasada.
El miércoles pasado, la Reserva Federal de Estados Unidos redujo las tasas de interés en medio punto porcentual, una caída en los costos de financiamiento mayor de lo que muchos esperaban.
Los recortes de las tasas de interés suelen impulsar la actividad económica y la demanda de energía, pero los analistas y los participantes del mercado temen que el banco central pueda ver una desaceleración en el mercado laboral.
“El sentimiento se vio respaldado por el recorte de la tasa de interés de la Reserva Federal, en medio de esperanzas de un aterrizaje suave para la economía”, dijo ANZ. “El dólar estadounidense más débil también respaldó el apetito de los inversores.
ANZ también dijo que los combates entre Israel y las milicias respaldadas por Irán habían suscitado temores de que el conflicto pudiera involucrar a Irán, uno de los principales productores de petróleo de la región.
Hezbolá, un grupo respaldado por Irán con sede en el Líbano, e Israel intercambiaron intensos disparos el domingo, y el grupo disparó cohetes hacia el territorio del norte de Israel después de enfrentar uno de los bombardeos más duros en casi un año de conflicto.
El conflicto se intensificó durante la semana pasada después de que explotaran miles de buscapersonas y walkie-talkies utilizados por agentes de Hezbolá. El ataque fue atribuido en gran medida a Israel, que no ha confirmado ni negado su responsabilidad.
