El alcalde, Michel Dufranc, Alexandre de Montesquieu y los jueces recibieron el sábado por la mañana a los dos ganadores del premio Montesquieu: Christel de Lassus para el premio adulto y Brigitte Somers para el premio joven.
Fueron entregados en presencia de Isabeau de Lur Saluces, llegada desde París para la ocasión, quien pintó un conmovedor retrato de su antepasada, Joséphine d’Yquem, a quien considera con razón “la primera mujer empresaria de Francia” y el modelo a seguir de la familia.
Yendo aún más atrás en el tiempo, Monique Brut, vicepresidenta del Círculo de Amigos de Montesquieu, menciona a un Bonnaventure de Lur que, por matrimonio, se convirtió en propietario del castillo de La Brède y que tiene muchas cosas en común con Joséphine.
Entrevistada por Christophe Lucet, columnista de Sud Ouest, Christel de Lassus explicó su «encuentro» con Joséphine d’Yquem, sus múltiples cualidades, su tenacidad, su fuerza de carácter en las pruebas (duelo, Revolución Francesa), su capacidad de resiliencia, su lado visionario en cuanto a las propiedades de Sauternes y Fargues, su espíritu de decisión, todo lo que destila en su libro «Joséphine d’Yquem. À l’origine d’un vin de légende» y que hacen de esta obra una añada excepcional.
El segundo premio de la juventud fue otorgado a Brigitte Somers, presentado por Rachel Morin, creadora del premio. Junto a ellos estaban Virginie Darriet Féréol, profesora de literatura del colegio Montesquieu, y los bibliotecarios de los colegios Montesquieu y Rambaud, cuyos alumnos eligieron “À la belle étoile”, que les ayuda a convertirse en “lectores-actores”; se mostraron especialmente sensibles a los temas de la diferencia y el acoso descritos por la autora, que se alegra de que su libro dé voz a los jóvenes sobre estos temas a menudo dolorosos.
