Sonamines quiere retomar el proyecto de rutilo de Akonolinga, abandonado por la francesa Eramet

Sonamines quiere retomar el proyecto de rutilo de Akonolinga, abandonado por la francesa Eramet
Sonamines quiere retomar el proyecto de rutilo de Akonolinga, abandonado por la francesa Eramet
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En Camerún, la Sociedad Nacional de Minas (Sonamines) se dispone a relanzar el proyecto de explotación del yacimiento de rutilo de Akonolinga, abandonado por el grupo minero francés Eramet. En una entrevista concedida a Investir au Cameroun, el director general de la empresa pública camerunesa, Serge Hervé Boyogueno, explicó las grandes líneas de esta reanudación, al tiempo que abordaba los principales retos medioambientales y las estrategias de inversión previstas para relanzar este proyecto estratégico.

Una recuperación bajo una estrategia ajustada

El proyecto Akonolinga, situado en la región Centro de Camerún, alberga uno de los yacimientos de rutilo más raros del país. Abandonado por Eramet, que lo consideró poco rentable, se encuentra ahora en el centro de las prioridades de Sonamines. Serge Hervé Boyogueno dirigió una misión en el lugar: “Sonamines está afinando su estrategia para retomar el proyecto”, explicó. Esta misión de reconocimiento sobre el terreno se inscribe en un marco jurídico, respaldado por la nueva ley minera camerunesa, que permite al Estado recuperar los proyectos abandonados por sus promotores.

La retirada de Eramet se explica por criterios de rentabilidad muy estrictos. El grupo Eramet consideró que este proyecto no es rentable, en particular por “los enormes costes relacionados con el medio ambiente y otros”, explicó Boyogueno. De hecho, según el gigante francés del manganeso, los estudios revelaron una vida útil corta, con solo cinco años de producción previstos en Akonolinga, en comparación con sus operaciones en Gabón, donde Eramet está desarrollando la mina de manganeso más grande del mundo.

Principales desafíos medioambientales

Uno de los principales obstáculos para la reactivación del proyecto son las cuestiones medioambientales. El yacimiento de Akonolinga está situado en una llanura aluvial, lo que implica unos costes de adaptación considerables. Eramet también había constatado la presencia de partículas ultrafinas en el yacimiento, un factor que puede perjudicar al medio ambiente y a la biodiversidad. Boyogueno reconoció estas limitaciones, aunque subrayó que Sonamines está considerando un enfoque diferente: “Somos conscientes de todo esto y por eso, junto con los socios que llaman a nuestra puerta para este proyecto, también vamos a realizar nuestros propios estudios”.

Por tanto, el enfoque de Sonamines será más flexible, con el objetivo de identificar formas de minimizar los costos ambientales y, al mismo tiempo, garantizar la rentabilidad de la operación. Desde otro ángulo, Sonamines está explorando varias opciones para financiar esta recuperación. Una de las vías que se están considerando es la creación de una empresa conjunta entre Sonamines y un socio industrial. “Ya hemos desarrollado varias estrategias para financiar y desarrollar proyectos mineros”, dijo Boyogueno, precisando que la formación de una empresa conjunta permitiría compartir costos y riesgos.

Esta colaboración con un socio permitirá a Sonamines asociarse con inversores con la capacidad financiera y técnica para relanzar el proyecto, garantizando al mismo tiempo una distribución justa de los beneficios. Boyogueno destaca que “también existen varias estrategias para financiar la contraparte de Sonamines en la empresa conjunta”.

Este modelo podría resultar decisivo para Sonamines, que aún no es una empresa financieramente sólida. Al apoyarse en socios privados, podría sortear los obstáculos financieros y maximizar el potencial del yacimiento.

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