Martinica apuesta por la temporada baja para duplicar el número de turistas

Martinica apuesta por la temporada baja para duplicar el número de turistas
Martinica apuesta por la temporada baja para duplicar el número de turistas
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En 2023, Martinica recibió un millón de visitantes. La mayoría de ellos son turistas de estancia (556.000 visitantes), de los cuales el 70% son franceses. “El resto nos visita a través de cruceros o en barco, sobre todo”, estima Bruno Brival, director general del Comité de Turismo de Martinica (CMT). Evidentemente, la temporada alta (de octubre a abril) concentra la mayoría de las llegadas (alrededor del 70%).

Pero Martinica no tiene intención de aumentar esta proporción. “Nuestro principal reto es equilibrar la afluencia de turistas a lo largo del año… y, por tanto, potenciar la llamada temporada baja”, explica Bruno Brival. Si bien no se trata de luchar contra el turismo excesivo –“estamos muy lejos de eso”, la CMT trabaja en este proyecto para repartir mejor la actividad económica de los profesionales de Martinica a lo largo del año.

Mostrar otras facetas del destino

Para aumentar la afluencia de público durante la temporada baja, las autoridades locales se proponen conquistar los mercados alemán, suizo y belga. En este sentido, el cierre de la base de Air France en Orly en favor de CDG es un buen negocio para Martinica. “Se facilitarán las conexiones internacionales”, afirma Bruno Brival. La declaración del monte Pelé y de las cimas del norte de la isla por la UNESCO también atraerá la atención internacional hacia la isla.

“Debemos aprovechar esta situación para promover otras facetas de Martinica. Esto es lo que nos permitirá diferenciarnos de otros destinos del Caribe”, piensa Bruno Brival. Por supuesto, la isla alberga magníficas playas de aguas turquesas… pero como todos los destinos de la región, “la naturaleza y la biodiversidad, la gastronomía y el turismo espirituoso en torno al ron, la cultura y el patrimonio son otros puntos fuertes que promoveremos en todos estos mercados”.

Con la ambición de acoger a dos millones de turistas al año en 2030. “Es un reto ambicioso, pero nos hemos comprometido a apuntar alto”, concluye Bruno Brival. Un reto que no se puede afrontar sin una mejor distribución de la afluencia a lo largo del año, debido a la capacidad hotelera.

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