El comedor escolar de ayer a hoy: ¿qué opinan los padres?

El comedor escolar de ayer a hoy: ¿qué opinan los padres?
El comedor escolar de ayer a hoy: ¿qué opinan los padres?
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Este año parece que se están produciendo cambios en el comedor escolar y los padres parecen muy contentos con el rumbo que está tomando. A pesar del aumento de los precios, el objetivo hoy es ofrecer una alimentación sostenible a los alumnos, pero también ajustar la cantidad de comidas en función de su edad.

Comedor escolar: hacia un consumo eco-responsable

Recordamos aquella pausa entre el mediodía y las dos en la que teníamos que hacer cola para que nos sirvieran una paletilla à la diable muy líquida, unas insípidas zanahorias al vapor o incluso un escalope cordon bleu muy seco. Ya fuéramos fans o no, comer à la comedor escolar marcó la infancia de todos nosotros. Fue un tiempo de convivencia y de aprendizaje comunitario.

Sin embargo, hoy la situación ha cambiado y este momento se ha convertido en tema de debate. Las comidas se ven cada vez más afectadas por su impacto ambiental, en particular por el desperdicio de alimentos y su calidad nutricional, en ocasiones deficiente.

Entre la comida basura y los enfoques eco-responsables, los platos servidos en el comedor no tienen más remedio que evolucionar para satisfacer a una sociedad que quiere comer mejor y reducir el desperdicio.

Los padres están cada vez más preocupados por la calidad de las comidas servidas en la escuela

Desde hace varios años, los desafíos de los comedores escolares se han multiplicado y se han vuelto más complejos. Entre el equilibrio nutricional, la calidad de los ingredientes utilizados, la introducción de productos orgánicos y la lucha contra el desperdicio alimentario, los trabajadores de los comedores tienen suficiente con perder la cabeza. Pero afortunadamente, el inicio del año escolar en septiembre de 2024 ha hecho frente a estos desafíos, al menos por parte de los padres.

Cada vez más preocupados por la alimentación de sus hijos, están dispuestos a apoyar un cambio profundo en el sistema de restauración escolar. ¿Qué exigen? Comidas que combinen salud y sostenibilidad. Platos elaborados con ingredientes locales y de calidad, con el mínimo de sobras para reducir al máximo el desperdicio alimentario.

A partir de ahora, se invita a los actores escolares y a los responsables de la restauración a reinventar una fórmula más respetuosa con el medio ambiente y el bienestar de los jóvenes franceses.

El compromiso con la sostenibilidad es difícil de lograr debido al aumento de precios

El objetivo de ofrecer comidas sostenibles en los comedores escolares no es nuevo. Ya se han fijado compromisos ambiciosos con la ley Egalim, que pretende garantizar que al menos el 50% de los ingredientes utilizados en los comedores sean «sostenibles» y «de calidad», con un mínimo del 20% de productos ecológicos.

A pesar de estos objetivos prometedores, es evidente que este compromiso sigue estando en gran medida incumplido. Según un informe de la Asociación de Alcaldes de Francia publicado a principios del verano de 2024, solo el 18% de los comedores escolares alcanzan efectivamente este umbral.

Entre otros, varios obstáculos están frenando esta transición: dificultades para obtener productos locales u orgánicos, así como una aumento de precio Los municipios tienen dificultades para conciliar las exigencias ecológicas y las limitaciones presupuestarias, lo que retrasa la transformación prevista de la restauración en las escuelas.

Cambios inevitables para platos más variados y personalizados

Según un estudio realizado por OpinionWay para Scolarest, el 96% de los franceses encuestados considera que los comedores escolares deberían adaptarse a las necesidades de los estudiantes. cambios Parece necesario. No sólo hay que ajustar las raciones al apetito de los alumnos, sino también tener en cuenta los gustos individuales.

La percepción de las comidas escolares, que en el pasado se asociaban a comidas insulsas y a restricciones alimentarias, ha evolucionado con el tiempo. Hoy en día, los padres y los niños son mucho más exigentes y quieren menús más flexibles que combinen variedad y personalización.

Este estudio, realizado en junio de 2024 entre 981 padres y 923 niños, demuestra la necesidad de una revisión de las prácticas.

La importancia de adaptar la cantidad de comidas servidas a los estudiantes

Según el estudio, el 56% de los padres prestan especial atención a la calidad de los ingredientes que se sirven en sus platos y exigen alimentos etiquetados, como Label Rouge o ecológicos.

Además, el 53% de ellos piensa que el sabor de los platos y las raciones deben estar a la altura de los gustos de los niños. Esto se debe a que un tercio de los estudiantes cree que la cantidad de raciones servidas en el comedor escolar es a menudo demasiado generosa. Este es un hallazgo que comparten especialmente los estudiantes De 6 a 10 años. Se trata principalmente de verduras (46% de los escolares) y entrantes (44%).

El resultado de este exceso: el desperdicio de alimentos. El 24% de los padres afirma que sus hijos no pueden terminar la comida escolar.

Las dietas vegetarianas en los menús son cada vez más populares

Sin embargo, en esta mezcolanza de prácticas y preferencias, está surgiendo una tendencia positiva: la creciente adopción de comidas vegetarianas. Aunque esto puede resultar sorprendente para muchos, el 59% de los niños quieren comerlas con más frecuencia. Esto marca un cambio notable en su alimento En la escuela.

Dicho esto, esta cifra contrasta fuertemente con la opinión de los padres, de los cuales sólo el 20% comparte esta opinión.

Sin embargo, esta tendencia entre los jóvenes refleja una apertura a las alternativas basadas en plantas, alentada por preocupaciones ecológicas y de bienestar animal. Por ello, la ley Egalim, que exige al menos una comida vegetariana por semana en los comedores, parece encontrar una respuesta favorable entre los estudiantes.

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