Una nueva ola de explosiones de dispositivos de transmisión de Hezbolá mató a nueve personas e hirió a más de 300 en todo Líbano el miércoles, el día después de un ataque similar sin precedentes atribuido a Israel por el movimiento islamista libanés, que ha prometido venganza.
En los suburbios del sur de Beirut, durante el funeral de cuatro miembros del Hezbolá muertos la víspera en la explosión de buscapersonas, estallaron radiotransmisores, según una fuente cercana al movimiento libanés y socorristas. Las explosiones provocaron pánico, según un fotógrafo de la AFP que cubría el funeral.
Según las autoridades libanesas, nueve personas murieron y más de 300 resultaron heridas en las explosiones que también se produjeron en Saida (sur) y Baalbeck (este), donde 15 personas resultaron heridas, indicó a la AFP una fuente hospitalaria.
Según testigos citados por el medio L’Orient-Le Jour, han estallado numerosos aparatos inalámbricos, incluidos los que se encontraban en el interior de cuatro automóviles en el sur del Líbano. Según una fuente de seguridad facilitada por Reuters, los aparatos que explotaron el miércoles habían sido adquiridos hace unos cinco meses, aproximadamente al mismo tiempo que los buscapersonas que explotaron el martes.
Este acontecimiento se produce en un momento en el que el Líbano, tras la explosión simultánea de buscapersonas el martes que dejó al menos 12 muertos y miles de heridos, teme la llegada de una guerra y una escalada con Israel.
