Último escape. En junio de 1893, el célebre compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski, que acababa de terminar su sexta sinfonía (que se convertiría en “Patética”), atravesaba una grave crisis existencial y emocional. A sus 53 años, se veía envejecer, mientras que su amor por su joven sobrino Bob Davydov (un libertino adicto a la morfina que acabaría suicidándose en 1906 a los 35 años) no era correspondido. Le dedicó su sinfonía, convirtiéndolo en su heredero. Celoso, sufrió el martirio, no se atrevió, se arrepintió, sublimó su dolor en su música. Así que, tomando como pretexto un doctorado honoris causa que le iban a otorgar en Cambridge el 13 de junio, partió a un viaje a Europa del que estamos bien informados, con una excepción: diez días, en la segunda quincena de junio, en los que no tenemos ni idea de lo que hizo. Con malicia y erudición, Jean-Maurice de Montremy llena este vacío de una manera romántica pero verosímil. Lo envía a Venecia, invitado al (ficticio) Palazzo Merhi, libre de todo compromiso, donde trabaja en su ballet. El maniquí doradoChaikovski llevaba un diario y escribía muchas cartas, especialmente a su querido hermano Modest, también gay. En esta novela bien escenificada y meticulosamente contada, la serena Venecia e incluso el apuesto y más que ambiguo ayuda de cámara Luigi no bastan para consolar el alma de Chaikovski: al regresar a su casa en San Petersburgo, se suicida bebiendo agua del cólera y muere en la noche del 5 al 6 de noviembre de 1893.
Jean-Maurice de Montrémy
Tchaikovsky y el maniquí de oro
El Condotiero
Tirada: 2.000 ejemplares.
Precio: 19€; 236 pág.
Número de serie: 9782487468337
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