Miles de bomberos fueron desplegados en Portugal el martes para apagar los incendios forestales que ya han matado al menos a siete personas, incluidos tres bomberos, y han devastado un área en tres días que fue más grande que el resto del verano.
Tres bomberos, dos mujeres y un hombre, quedaron atrapados por las llamas cerca de Nelas, en la región de Viseu (norte), informó a la prensa el comandante nacional de protección civil. Las otras víctimas fueron un empleado de una empresa forestal, que murió por quemaduras mientras intentaba recuperar herramientas, dos personas que sufrieron infartos y un bombero voluntario que murió de una enfermedad repentina.
Atizados por un calor sofocante y vientos violentos, los tres mayores incendios, concentrados en la región de Aveiro (norte), ya han quemado más de 10.000 hectáreas, tanta superficie como la que ardió durante el resto del verano, según un informe de protección civil.
En todo el país, medio centenar de incendios activos movilizan a más de 3.700 bomberos, más de mil vehículos y una veintena de aviones o helicópteros.
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“Horas muy difíciles”
La “situación de alerta”, vigente desde el sábado debido a un riesgo de incendio considerado “máximo” en gran parte del país, se ha prolongado hasta el jueves por la noche.
“Vamos a vivir momentos muy difíciles en los próximos días”, advirtió el primer ministro Luis Montenegro, quien canceló todos sus compromisos del martes.
Las autoridades de Lisboa han activado el Mecanismo Europeo de Protección Civil para obtener ocho aviones cisterna adicionales. Tras los dos Canadair que llegaron el día anterior desde España, se espera que a lo largo de la jornada lleguen los aviones puestos a disposición por Francia, Italia y Grecia.
Visibles desde el municipio de Águeda, en el distrito de Aveiro, las aeronaves españolas reanudaron el servicio el martes por la mañana. Realizando rotaciones aproximadamente cada media hora, están repostando en la laguna de Pateiro de Fermentelos.
Varias carreteras continúan cerradas en los distritos de Aveiro, Viseu, Vila Real, Braga y Oporto, en el norte del país, así como en la región de Coimbra (centro).
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afp/hkr
