Pero, ¿cómo llegó Andy Murray a convertirse en entrenador de Novak Djokovic? La pregunta debió pasar por la cabeza de muchos aficionados al tenis ya que el anuncio de este sábado por la tarde fue una sorpresa, apenas unos meses después del retiro del escocés. En cuatro puntos, una mirada retrospectiva a una elección histórica que dice mucho sobre las ambiciones de Djokovic para 2025.
- El reencuentro de dos amigos
Se habló mucho de la relación especial entre los rivales Rafael Nadal y Roger Federer. Más desconocido es el que vincula desde hace tiempo a Novak Djokovic y Andy Murray. Ambos nacieron en 1987, tienen la misma edad y se conocen desde hace 25 años. Mientras que los vínculos entre Djokovic y sus rivales españoles y suizos no eran excelentes, él tiene un viejo amigo en el escocés, como recordó en su vídeo de presentación.
Los dos jugadores han sido durante mucho tiempo tan cercanos como lo permitía su estatus como rivales en los niveles más altos del juego. Por ejemplo, Murray fue el padrino de boda del serbio. Cuando Murray se despidió de Wimbledon este año, Djokovic estaba en la cancha aplaudiéndolo. La calidad de este vínculo deberá tenerse en cuenta en la decisión del número 7 del mundo. “Cuando entrenas a alguien como “Djoko”, él lo sabe todo, también se trata de relaciones humanas” Así analiza nuestro consultor Georges Goven, que predice una oposición real entre “la boca grande” de Murray y del serbio, no siempre fácil con sus entrenadores.
Amigos o no, un campeón como Djokovic sólo toma decisiones si cree que le acercarán a su objetivo: ganar cada vez más torneos de Grand Slam. Teniendo esto en cuenta, ¿cómo podemos analizar la elección de Murray? “¿Quién es capaz de entrenar a Djokovic hoy?”. Georges Goven regresa hábilmente. “Pocas personas pueden añadir algo extra a este jugador, es muy, muy sutil, el discurso medio de un muy buen entrenador, eso no es lo que necesita”.precisa. Sin duda, por eso, tras un Andy Murray que encontró su chispa en Ivan Lendl, Djokovic se acostumbró a rodearse de antiguas glorias de la bolita amarilla, desde Boris Becker en 2013 hasta Ivanisevic, pasando por Andre Agassi en 2017. Los dos habían precedido a la decisión de Federer de ir acompañado de Stefan Edberg, o de Rafael Nadal a llamar a Carlos Moyá.
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Crédito del vídeo: Eurosport
Con Murray, Djokovic obtiene el consejo de uno de los mejores tácticos del tenis. Capaz de hacer perder el control a cualquier rival, Murray presenta una doble ventaja para el serbio. En primer lugar, conoce su juego como ningún otro y podrá ayudarle a mejorar hasta las más mínimas debilidades. Fragilidades que quizás él mismo ni siquiera hubiera notado. Defectos que Murray supo explotar cuando venció a Djokovic dos veces en la final de Grand Slam, en el US Open 2012 y en Wimbledon 2013. En 2016, el escocés incluso tomó brevemente las riendas del circuito, alcanzando el estatus de número 1 del mundo. “Murray es uno de los que, junto con Wawrinka, supo hacerle cosquillas al Big 3. Conoce a Djokovic de memoria, inevitablemente ha aclarado algunas de sus debilidades, inevitablemente le aportará algo“, abonde Goven.
- ¿Una cura para el problema de los pecadores?
En segundo lugar, Murray podría ser la solución para encontrar las claves contra los nuevos rivales de Novak Djokovic, como Carlos Alcaraz y especialmente Jannik Sinner. Porque si el serbio sabe defenderse del español, éste le dominó sin concesiones en Wimbledon y acumula tres derrotas seguidas ante el italiano. Más potente y en su plenitud física, Sinner es un muro que recuerda al Djokovic de antaño. Murray es una de las pocas personas capaces de entrenar al serbio que conoce el juego de ambos jugadores, a los que ya ha superado en su carrera. Con su mirada perspicaz, el escocés podrá aportar algo más a “analiza el juego de los futuros oponentes de Djokovic“, como explica nuestro consultor.
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Crédito del vídeo: Eurosport
Al llevarse a Murray, Djokovic también elige un “luchador, alguien que odia la derrota“. Si el escocés no hubiera sido siempre “el golpe muy fuerte, o el poder” lo que le habría permitido dominar con mayor regularidad el trío de monstruos a los que se enfrentaba, también compitió gracias a su capacidad de frustración, de la que Djokovic no carece. Incluso más que una elección táctica, Djokovic demostraría así que Acepta estar en la situación de un outsider que debe encontrar soluciones contra sus jóvenes rivales, en lugar de la del gran favorito que sus 24 títulos de Grand Slam podrían reservarle. del día 25 quizás esté ahí.
- Un mensaje a la competencia
No se puede minimizar el impacto psicológico de este anuncio. Con la retirada de sus rivales, hubiera sido tentador creer que el serbio, que no juega desde principios de octubre, podría dejarlo ir. A sus 37 años se lo habría merecido. Al contrario, esta elección nos recuerda que todavía tiene hambre.
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Crédito del vídeo: Eurosport
“Djokovic envía un mensaje muy contundente. el les dice “Ahí me equipo, me sale un poquito más para ganarles a todos”, y creo que este mensaje es muy hermoso. Y es más, es él mismo quien lo anuncia. Anuncia el color. Quizás tengamos algunos partidos clásicos”. dice entusiasmado Georges Goven. Es cierto que la asociación de los dos campeones, los dos personajes, los dos palmarés, hace salivar. Y nos recuerda que los 4 grandes no se han rendido del todo, dejando que la nueva generación pelee por lo mejor en una pista de tenis.