¿Por qué La Poste decidió ampliar sus actividades?
La Poste es un grupo que distribuye correo desde hace seis siglos. Y en una década, con la llegada de la tecnología digital, el correo ha disminuido significativamente. ¡Podemos hablar de un auténtico terremoto para una empresa de servicios públicos como el grupo La Poste! A partir de ahora, el correo sólo representa el 16% de la actividad del grupo, que inició, a principios de los años 2000, una primera fase de diversificación hacia la banca, los seguros y la logística. Más recientemente, hemos entrado en la segunda fase, con tecnología digital y servicios humanos locales.
¿Cómo llegó el grupo a entrar en el sector sanitario con La Poste Santé & Autonomie?
El posicionamiento en este sector surgió de forma bastante natural, por un lado con nuestra capacidad de producir software y plataformas digitales y, por otro, con los servicios humanos locales (salud en el hogar, prevención, envejecimiento). Como parte de nuestras actividades digitales, hemos desarrollado, por ejemplo, el expediente farmacéutico de la Orden de Farmacéuticos. Este punto de inflexión llegó cuando La Poste consideró que reuniendo sus activos humanos y digitales podría nacer una nueva división, impulsada por una estrategia global centrada en la salud. Así nació La Poste Santé & Autonomie.
¿Cuáles son las misiones de este centro?
Dependemos de nuestras dos patas: una digital y otra dedicada a los servicios humanos locales. Nos posicionamos tanto en temas digitales, en torno a datos, como en temas de salud en el hogar.
Para desarrollar nuestra división, que cuenta con 10.000 personas, compramos empresas [Axeo Services, Happytal, etc., NDLR] y crearon cadenas de valor, con la intuición de que lo humano y lo digital estarán cada vez más vinculados, particularmente en lo que respecta a la prevención. Cuando nos dirigimos a los ciudadanos, necesitamos humanos de todos modos, sobre todo porque no todo el mundo utiliza la tecnología digital. Pero sin lo digital, no podemos organizar las cosas. Por lo tanto, vemos con toda naturalidad una convergencia de estos dos temas.
¿Qué activos o conocimientos puede aportar La Poste?
Somos un actor de confianza ciudadana: no son muchas las personas a las que dejamos entrar en nuestras casas, como hacemos con el cartero. Y ese es nuestro ADN y, sobre todo, un gran activo, lo que significa que nuestra oferta digital soberana inspira la misma confianza que nuestra solución Docaposte. Además, somos un operador que tiene capacidad de llegar a todos los territorios. Pocos actores tienen hoy la posibilidad de posicionarse sobre una cuestión que afecta a toda la población francesa.
En concreto, ¿cuáles son sus acciones sobre el terreno?
La vejez y el envejecimiento de la población son temas esenciales, como lo que se llama “identificar las debilidades de las personas mayores”. Somos uno de los principales actores de Icope. [Integrated Care for Older People, NDLR] diseñado por la Organización Mundial de la Salud, un programa para identificar la pérdida de autonomía de las personas mayores, a partir de la evaluación de su pérdida funcional: audición, vista, memoria, equilibrio, etc. Operamos tanto con plataformas digitales que desarrollamos en nombre de CHU, IHU, etc., como con servicios humanos locales para el movimiento scout.
También hemos adquirido empresas que son proveedores de salud domiciliaria, es decir, traen equipos médicos y explican su uso a personas que padecen enfermedades crónicas (diabetes, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, enfermedades respiratorias, etc.). Disponemos de grandes redes como Asten Santé (un actor importante en la salud a domicilio) o DiaDom (en particular para el tratamiento postoperatorio de cánceres urológicos), con plataformas de enfermería que monitorizan remotamente al paciente para informar de alarmas. Se trata siempre de proyectos paramédicos por parte de profesionales de la salud, médicos y farmacéuticos en particular. Somos su brazo armado en casa, tanto humano como digital.
Luego, tenemos todo un componente muy tecnológico en torno a las plataformas digitales seguras. Desarrollamos un consorcio con Dassault Systèmes, Bouygues Telecom, Caisse des Dépôts y otros, para crear la primera nube completamente soberano europeo, NumSpot, en el que alojamos aplicaciones de salud y que ofrece una alternativa a Gafam [Google, Apple, Facebook, Amazon et Microsoft, NDLR]. También acabamos de lanzar Dalvia Santé, una aplicación de inteligencia artificial generativa, también soberana, que permite, por ejemplo, a los profesionales sanitarios ahorrar tiempo gracias a la síntesis médica de expedientes.
En resumen, tratamos temas muy tecnológicos, con una dimensión humanizada, centrada en la última milla, y con la voluntad de llegar a poblaciones vulnerables, gracias a herramientas de última generación.
¿Qué ofrecen específicamente en torno a los datos?
Los datos pertenecen a los profesionales sanitarios y su gestión debe preservar la privacidad de los pacientes, nosotros sólo los recogemos. Somos un operador externo de confianza. Y la confianza es la primera cualidad que define al grupo La Poste, tanto en el ámbito humano como en el digital. Estoy convencido de que estamos respondiendo a una carencia, la de un actor industrial que tenga capacidad de trabajar a escala nacional, y con capital público, para hacerlo sostenible y fiable. Actor hoy aclamado por un fuerte crecimiento de la actividad en un año de existencia, en torno al 10%.
bio expreso
- Desde 2023: Director General de La Poste Santé & Autonomie
- 2018-2022: Responsable ministerial de salud digital
- 2018: Pilotar el cambio digital en la estrategia de transformación del sistema de salud
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