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Windows 11 en una PC incompatible: la marca de agua que hará daño | PC-Mac-Linux

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Entonces, pensaste que podías engañar a Microsoft instalando ventanas 11 ¿En su viejo PC que no respeta los requisitos previos gracias, en particular, a herramientas como FlyBy11? Pues imagina que la firma de Redmond tiene más de un as bajo la manga, y pretende hacértelo saber por todo lo alto -o mejor dicho con una bonita filigrana… cómo decir… indicador.

El regreso de la filigrana vengadora

Con el fin del soporte para Windows 10 previsto para octubre de 2025, la transición a Windows 11 se vuelve inevitable, pero Microsoft pretende que así sea según sus condiciones. La firma ha decidido tildar de imprudentes a los PC que se atreven a ejecutar Windows 11 sin tener las configuraciones mínimas requeridas. Como un tatuaje digital de vergüenza, un filigrana ahora se mostrará permanentemente en su escritorio para recordarle su “crimen”: “Esta PC no cumple con los requisitos mínimos para Windows 11“- merci Capitán Obvio!

¡Pero eso no es todo! Además de este recordatorio visual persistente, tendrás derecho a recibir notificaciones muy molestas y repetitivas en la configuración del sistema.

Los riesgos del lado oscuro

Antes de caer en la tentación de instalar Windows 11 en su máquina no compatible, es fundamental comprender los riesgos que implica. En primer lugar, Microsoft no garantiza la entrega de futuras actualizaciones, ni siquiera aquellas relacionadas con la seguridad. También puede encontrar problemas de compatibilidad con sus aplicaciones y experimentar una degradación en el rendimiento del sistema.

Lo que es aún más preocupante es que la garantía del fabricante podría quedar invalidada: cualquier daño relacionado con un problema de compatibilidad no estará cubierto. Es un poco como conducir un coche sin seguro: ¡puede funcionar, pero es bajo tu propio riesgo!

TPM 2.0: el favorito de Microsoft

¿Y si habláramos un poco de este famoso TPM 2.0 del que tanto se habla? Tres años después del anuncio de Windows 11, Microsoft sigue insistiendo en que este chip es absolutamente “no negociable”. ¿Pero qué es exactamente? El TPM puede adoptar dos formas: o un chip dedicado que se puede comprar por separado (como muchos hicieron presa del pánico tras el anuncio de Windows 11), o un componente integrado directamente en la placa base (la opción más común en el hogar de la gente corriente). .

Esta pequeña joya de la tecnología funciona con cajas fuertes digitales al almacenar sus claves de cifrado, contraseñas, certificados y otros datos confidenciales. Y a diferencia de su antecesor TPM 1.2, la versión 2.0 hace mucho más que jugar al guardián: se integra perfectamente con características como Secure Boot (¡todavía es un requisito previo!) y Windows Hello. Microsoft también admite que su implementación requiere “un cambio para su organización”; en lenguaje humano, eso significa “saca tu billetera”.

Pero espera, ¡eso no es todo! Con Windows 11 versión 24H2, BitLocker estará habilitado de forma predeterminada para todos los usuarios. ¿Y adivinen quién gestiona las claves de cifrado? ¡Nuestro amigo TPM 2.0, por supuesto!

¡Sin TPM 2.0, sin chocolate!

Para evitar acabar con esta encantadora marca de agua, el procedimiento de verificación es sencillo: descarga la aplicación Comprobación del estado de la PC de Microsoft, ejecute el análisis del sistema y averigüe si su PC es elegible o no. La aplicación le indicará con precisión qué componentes no cumplen los criterios mínimos.

Los requisitos técnicos de Windows 11 son bastante estrictos. Su PC debe tener un módulo TPM 2.0 y Secure Boot activado en el BIOS. El procesador debe ser relativamente nuevo (Intel de octava generación o posterior), acompañado de al menos 4 GB de RAM y 64 GB de espacio en disco. Estos requisitos previos, especialmente en términos de seguridad, no son negociables para Microsoft.

¿Qué hacer si tu PC no es compatible?

Ante una incompatibilidad, tienes a tu disposición varias opciones. La primera, y sin duda la más razonable, es permanecer en Windows 10. El soporte está garantizado hasta octubre de 2025, mantendrás un rendimiento óptimo en tu máquina actual e incluso podrás beneficiarte de actualizaciones de seguridad extendidas (de pago) después de esta fecha por $30 por año. Y, sobre todo, ¡sin marcas de agua vergonzosas!

La segunda opción es actualizar su hardware, ya sea invirtiendo en una nueva PC o actualizando ciertos componentes para lograr una configuración estándar de Windows 11. Esto le garantizará una experiencia de usuario óptima y acceso a todas las nuevas funciones.

La última opción, para los más atrevidos, es instalar Windows 11 de todos modos, aceptando vivir con la marca de agua y los riesgos de compatibilidad asociados. Una decisión audaz, pero que podría costarle muy caro en términos de estabilidad y seguridad.

Si ya instaló Windows 11 y la marca de agua le provoca pesadillas, puede volver a Windows 10 dentro de los 10 días posteriores a la instalación. El procedimiento es sencillo:

  1. Ábrelos Ajustes ventanas
  2. Ir a Sistema > Recuperación
  3. Hacer clic en Regresar a Windows 10
  4. Elija “No, gracias” cuando se le solicite buscar actualizaciones
  5. Siga las instrucciones restantes en pantalla.

Tenga en cuenta: después de este período de 10 días, los archivos necesarios para la restauración se eliminan automáticamente para liberar espacio en el disco. Luego deberás reinstalar Windows 10 desde cero.

La última palabra

Microsoft realmente no se mete con los requisitos previos de Windows 11, y particularmente con TPM 2.0. La empresa va aún más lejos y ya está allanando el camino para la creciente integración de la IA en nuestros sistemas. Por lo tanto, TPM 2.0 no es sólo un simple capricho de Microsoft, sino la base de la seguridad del mañana. Queda por ver si los usuarios estarán dispuestos a hacer lo mismo… ¡O vivir con esta encantadora marca de agua que les recordará diariamente su “desobediencia”!

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