La decisión de posiblemente renunciar al titanio en el iPhone 17 Pro está estrechamente relacionada con el esperado empeoramiento del conflicto comercial entre Estados Unidos y China. Trump planea imponer nuevos aranceles a China inmediatamente después de asumir el cargo. En respuesta, China está preparando contramedidas que podrían afectar a empresas como Apple. China es el mayor productor mundial de titanio: aquí se produce más del 50 por ciento. Una escalada del conflicto comercial haría subir los precios de este material. Apple, que sólo cambió al titanio con el iPhone 15 Pro, ahora se ve obligada a considerar alternativas. El aluminio, utilizado anteriormente en los modelos estándar, podría ser la nueva y antigua solución en este caso. El cambio al aluminio tendría razones puramente prácticas y geopolíticas. Según un informe del experto de la industria Jukanlosreve, el uso de titanio en el iPhone 15 Pro supuso sólo un ligero ahorro de peso en comparación con el modelo anterior, pero fue significativamente más caro para Apple. Sin embargo, el posible cambio de materiales también plantea desafíos. Aunque el aluminio es más ligero que el titanio, es menos resistente. Queda por ver si Apple aceptará este compromiso. Además, el cambio podría reducir la diferenciación entre los modelos Pro y estándar, lo que podría afectar la estrategia de producto de Apple. La cadena de circunstancias políticas y técnicas que podrían provocar un cambio es fascinante, pero indudable.
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