Los primeros copos de nieve de la temporada aparecen en Francia este jueves 21 de noviembre. Sin embargo, las temperaturas aún están lejos de haber bajado lo suficiente como para que tu sueño o tu estado de ánimo mejoren. Porque, según un estudio realizado por la Universidad de Poitiers, los primeros beneficios sólo aparecen tras la exposición a -90°C.
Si estas condiciones extremas sólo se dan en lugares muy raros del planeta, esto es una cámara de crioestimulación, detalla Science Alert. En estos espacios específicos, los cuerpos son sometidos a intensas temperaturas negativas durante períodos de tiempo limitados. El estudio, publicado en la revista Cryobiology, muestra una mejora en las propiedades reparadoras del sueño.
Una sesión diaria de crioestimulación a -90°C te ayuda a dormir mejor
“Nuestro análisis de la arquitectura de dormir reveló un aumento significativo en la duración del sueño de ondas lentas durante las noches posteriores a la crioestimulación en comparación con las noches sin crioestimulación”.confirma el kinesiólogo Olivier Dupuy, de la Universidad de Montreal en Canadá.
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Durante los dos primeros ciclos de sueño, el sueño de ondas lentas (la fase más reparadora) se prolonga una media de 7,3 minutos. Estos resultados se obtuvieron después de observar a 20 personas sanas, con una edad promedio de 23 años, durante cinco días. Una vez finalizada su sesión diaria de crioestimulación, debían continuar su jornada como de costumbre pero sin alcohol, café ni deporte (todos factores que pueden afectar a la calidad del sueño).
Para recuperar los datos, sensores cerebrales y cardíacos midieron su actividad biológica para determinar la calidad de su sueño. Al despertar, un cuestionario sobre su noche también reveló una mejora en el estado de ánimo y una reducción de la ansiedad. Dos elementos particularmente notables entre las mujeres, precisa el estudio.
Consejos para aliviar los trastornos del sueño
“Mujeres y hombres no reaccionaron de la misma manera”explica Olivier Dupuy. “Esto sugiere que la dosis de frío debe ajustarse según el sexo, aunque esto requiere más estudios”.
Estos resultados iniciales sientan las bases para futuros experimentos en los que se podría aumentar el panel para solidificar estas conclusiones, donde se rechaza un potencial efecto placebo. Estos nuevos estudios deberían ayudar a generar mejores tratamientos para aliviar los trastornos del sueño. También se habla de la lucha contra la inflamación crónica y los primeros signos de demencia, o más simplemente de la mejora de la recuperación de los deportistas de alto nivel.
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