A pocos días del lanzamiento de esta versión de gama alta de la consola de Sony, algunos jugadores que se encuentran en las calles de Tokio se muestran escépticos.
“No creo que vaya a comprarlo”. No quiero gastar tanto dinero para comprar una consola. No puedo decir que me atraiga”, comenta Hideki Hasegawa, un autónomo de 45 años, recordando una época en la que las consolas “no deberían costar más de 30.000 yenes (unos 180 euros hoy en día)”.
El incremento de 250 euros – respecto al modelo clásico – de esta versión mejorada de la Playstation 5 se describe como “un desafío desde el punto de vista del marketing”, en una nota de Junya Ayada, analista del banco JP Morgan.
“Esta es la consola más potente que jamás hayamos construido”, destacó Mark Cerny, principal arquitecto de las consolas del grupo japonés desde la Playstation 4, durante una presentación online.
Pero este salto de precios no es un caso aislado. “Se trata de una tendencia general que afecta a todos los dispositivos electrónicos, ya sean teléfonos, videojuegos, cascos de realidad virtual o relojes conectados”, explica Jack Leathem, analista de Canalys, una firma de investigación especializada en mercados tecnológicos.
Tecnologías de vanguardia
Si el precio del iPhone 16, por ejemplo, se mantuvo sin cambios este año respecto al modelo anterior -y más bajo que el del iPhone 14-, está muy por encima de los precios de lanzamiento cobrados hace cinco años.
La tendencia es similar entre competidores como Samsung, con el Galaxy Z Fold 6, un teléfono plegable de alta gama.
“Se trata de nuevos participantes en el mercado que traen nueva tecnología, lo que normalmente significa un precio más alto”, afirma Brian Comiskey, especialista en desarrollo tecnológico de la Consumer Technology Association.
Este aumento también está relacionado con el precio de los componentes, según Jack Leathem. De hecho, los precios de algunas materias primas, en particular los del indio y el itrio, dos metales raros, han experimentado fuertes aumentos.
Pero la rápida adopción de la inteligencia artificial generativa por parte de muchas marcas también ha requerido una inversión significativa. “Las empresas tienen que obtener beneficios, tienen que contrarrestar de alguna manera las cantidades que invierten en IA y nuevas tecnologías aumentando también el precio del dispositivo”, añade el analista.
Vida útil extendida
Sin embargo, los precios no parecen ser un obstáculo importante para la compra. Según estimaciones de Canalys, se vendieron casi 310 millones de teléfonos inteligentes en los primeros nueve meses de 2024, un aumento del 5% respecto al año anterior.
Para Josh Lewitz, analista de la firma estadounidense Consumers Intelligence Research Partners, “realmente ha habido un aumento en el precio que es posible pagar por un teléfono”.
Pero esta evolución va acompañada de un aumento generalizado de la vida útil de los dispositivos, señala Michael R. Levin, analista de la misma empresa: de dos años o incluso menos, ahora tiende a extenderse a tres años.
En cuanto al mercado americano, también han seguido el ejemplo las facilidades de pago generalizadas. Cada vez más operadores ofrecen repartir el pago en tres años, en lugar de dos como antes. “Esto hizo que la diferencia de precio relativo fuera menos significativa”, subraya Michael R. Levin.
Fuente: AFP
A pocos días del lanzamiento de esta versión de gama alta de la consola de Sony, algunos jugadores que se encuentran en las calles de Tokio se muestran escépticos: “No creo que vaya a comprarla. No quiero gastar tanto dinero para comprar una consola. No puedo decir que me atraiga”, comenta Hideki Hasegawa, un trabajador autónomo de 45 años, recordando…
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