Los investigadores han estudiado el ADN de las víctimas de la erupción del Vesubio, poniendo en duda todas las creencias tradicionales sobre la antigua ciudad de Pompeya.
Las certezas históricas se sacuden. Un equipo de investigadores estadounidenses revela los resultados de su estudio sobre las famosas víctimas de Pompeya. Publicado en la revista científica Current Biology el 7 de noviembre, su trabajo pone en duda certezas históricas sobre la identidad y las relaciones de los habitantes de la ciudad, muertos en la erupción del Vesubio en el 79 d.C.
Gracias a los análisis de ADN realizados sobre los restos óseos presentes en los moldes de yeso realizados en Pompeya, los científicos pudieron “caracterizar las relaciones genéticas, el sexo, la ascendencia y la movilidad de cinco individuos”.
Estos son los moldes más famosos de la antigua ciudad antigua. Lo que se pensaba que era una madre que sostenía a su hijo en una cadera es en realidad “genéticamente un varón adulto sin relación biológica con el niño”, según el estudio.
“Esperamos que una mujer sea reconfortante y maternal, hasta el punto de que asumimos que una figura reconfortante es una esposa y una madre, lo cual no es el caso aquí”, analiza Steven Tuck, profesor de historia y clásicos de la Universidad de Miami en Ohio. , entrevistado por CNN.
Asimismo, dos cuerpos, que debieron ser los de dos hermanas, de una madre y su hija, o de amantes entrelazados, en realidad contienen a un hombre.
Migrantes del Mediterráneo oriental
En su estudio, los científicos también observaron los orígenes y movimientos de estas víctimas de Pompeya. Y el resultado también es sorprendente: los genomas de todos los cuerpos estudiados “rastrean sistemáticamente su ascendencia en gran medida a inmigrantes recientes del Mediterráneo oriental”, lo que, según los investigadores, subraya “el cosmopolitismo del Imperio Romano de aquella época”.
“Esto demuestra lo poco que se sabe sobre estos acontecimientos”, subraya el genetista David Reich, especialista en ADN fósil de la Universidad de Harvard y coautor de este estudio.
“Esta nueva herramienta científica revela realidades muy diferentes a las reconstrucciones iniciales. El pasado es un territorio desconocido y a veces reserva sorpresas, lo que creemos ver no se corresponde con la realidad”, añade el científico.
1.000 víctimas descubiertas
Pompeya era una ciudad romana, completamente enterrada bajo un depósito de partículas de lava (lapilli) de piedra pómez y luego cenizas, tras la erupción del volcán Vesubio en el 79 d.C. La ciudad permaneció olvidada (y, por tanto, preservada) hasta 1700, lo que la convierte en uno de los sitios arqueológicos más famosos y fascinantes del mundo. E inevitablemente dando lugar a un buen número de fantasías y misterios.
Durante las excavaciones, a lo largo de los siglos, se descubrieron 1.000 víctimas en las ruinas de la ciudad y 104 fueron realizadas en yeso, conservando la forma de sus cuerpos y conteniendo fragmentos de huesos, estudiados por los investigadores desde entonces.
Lucie Valais Periodista BFMTV
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