lo esencial
Veolia, proveedor de servicios de recogida de residuos de Symat, acaba de adquirir dos camiones recolectores eléctricos, que producen menos emisiones contaminantes.
Hasta entonces, seguía siendo una paradoja: la recogida de residuos, supuestamente “limpia”, generaba contaminación. Pues sí, los camiones que recogen los residuos domésticos y los contenedores de clasificación selectiva, propulsados por diésel, emiten necesariamente su cuota de partículas y otros gases de efecto invernadero. Pero eso fue antes. Porque desde abril de 2023, Veolia ha optado por modificar sus camiones recolectores para que funcionen con biocombustible HVO, procedente del reciclaje de aceites de cocina usados, lo que permite reducir significativamente la huella de carbono. Otro avance, gracias a la política de Symat, que ha optado por la recogida selectiva gracias a la clasificación del mismo nombre, y que permite reducir el número de rondas. “Es así como, en términos de impacto ambiental, hemos reducido un 43% los kilómetros recorridos respecto a 2018, que se estabilizó en 563.906 kilómetros, para 338.344 litros de combustible, reduciendo en la misma cantidad la factura energética. Pero, aunque se trate de combustible “limpio”, hay una manera de ir más allá en términos de emisiones contaminantes, pasando a la tracción eléctrica.
Más silencioso
Una elección relevante en este registro. Pero también el de las emisiones sonoras. “Tenemos vecinos que se quejan del ruido de los camiones durante las rondas matutinas”, coincide Rémi Carmouze, presidente de Symat, “estos camiones eléctricos son muy silenciosos”. Casi demasiado, al límite, por eso están equipados con sensores en cada rincón y avisos sonoros en caso de peligro… Pero la ganancia en términos de ruido es incomparable, aunque, en última instancia, sea el ruido. contenedores rodados, que es lo más molesto… Por el momento, la flota está equipada con dos de estos camiones a batería, uno se asignará a Tarbes y el otro a Lourdes. ¿Y por qué no más? El coste… “En comparación con un camión convencional con motor térmico, el precio de compra es el doble”, coincide Sophie Delage, directora regional de Veolia Sud-Ouest, quien destaca que estos dos camiones “limpios” son los primeros en ponerse en servicio. en Occitania. “Por supuesto que tiene un coste”, reconoció Gérard Trémège, “pero es una prueba del compromiso de Veolia con el impacto medioambiental y estamos agradecidos por ello”. Un compromiso no sólo “moral”, sino también económico: un camión eléctrico para la recogida de residuos domésticos cuesta 500.000 euros. Este es el precio de la limpieza y el silencio…
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