¿Quién no ha soñado alguna vez con tener el cerebro de Einstein? ¿Qué tenía él más o menos que nosotros? Genio moderno conocido por todos, premio Nobel de Física en 1921, quiso ser incinerado para que sus cenizas pudieran esparcirse y no convertirse en objeto de culto. Pero en 1955, el médico Thomas Harvey, responsable de su autopsia, le extrajo en secreto el cerebro.
Primeros análisis sorprendentes
La primera conclusión sorprendente de Harvey es: El cerebro de Einstein pesa 1230 g. a diferencia del promedio de 1300 g para humanos. Por tanto, la primera observación es que el tamaño de un cerebro no es necesariamente indicativo de una determinada inteligencia.
Fue en 1985 cuando Harvey y algunos colegas comenzaron a publicar sus descubrimientos, después de haber suscitado numerosas especulaciones y fantasías. Su primera conclusión es que El cerebro de Einstein contiene más células gliales que el promedio (Estas son células que protegen y nutren las neuronas).
En 1999, una nueva publicación de Harvey y la neuróloga Sandra Witelson despertó un gran interés. De hecho, observan que, en comparación con los cerebros de control con los que trabajan, el del padre de la teoría de la relatividad tiene un surco lateral único. Además, señalan laausencia del opérculo parietal permitiendo movimientos precisos de la mano.
“La inteligencia de Einstein en estos dominios cognitivos y su forma de pensar científica, que él mismo describe, pueden estar relacionados con la anatomía típica de sus lóbulos parietales inferiores”. indican los dos investigadores.
Los estudios cuestionan resultados anteriores, pero confirman la peculiaridad del cerebro de Einstein
Pero el antropólogo Dean Falk, especialista en evolución del cerebro, obtiene conclusiones que contradicen estos últimos resultados.
Por otro lado, obtiene otras deducciones interesantes que podrían correlacionarse con la extraordinaria inteligencia de Einstein. De hecho, al compararlo con otros 85 cerebros de control, observó que destacaba el del prodigio. “Einstein tenía cortezas prefrontales extraordinariascon pliegues complejos que pueden haber contribuido a sus notables habilidades cognitivas”.. Ella también agrega esto: “En general, la expansión de los pliegues en un área específica sugiere que puede haber un aumento en el número de neuronas en esa región y, de hecho, un aumento en la complejidad de sus conexiones”.
Y como si un posible aumento del número de neuronas no fuera suficiente para convencer de la increíble inteligencia del físico, argumenta: « yolas llamadas cortezas somatosensorial y motoracerca de la región que representa la cara y la lengua, fueron muy extensos. EL lóbulos parietales también fui yohabitual y Puede haber proporcionado el sustrato neurológico para sus dotes de visión matemática y espacial. como han sugerido otros autores.
Un legado científico y un misterio perdurable
Los descubrimientos sobre el cerebro de Einstein siguen planteando preguntas fascinantes sobre las bases biológicas de la inteligencia. A pesar de numerosos estudios y análisis, los investigadores aún tienen que identificar características específicas que puedan explicar completamente sus capacidades excepcionales. Las estructuras neuronales y áreas corticales únicas de Einstein, aunque fascinantes, ofrecen sólo pistas parciales, dejando sin respuesta la pregunta de qué es lo que realmente hace a un genio. Este misterio aún hoy alimenta la curiosidad científica y nos invita a explorar más a fondo los límites y complejidades de nuestra mente.
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