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El último Cadillac de Elvis, un Sevilla de 1977, está a la venta – L’annual de l’automobile

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1 de noviembre de 2024
Luc Gagne

El último Cadillac de Rey of Rock’n Roll realiza una nueva incursión en el mercado de coleccionistas, la primera en una década. La casa de subastas británica Bonhams|Cars ofrecerá este sedán Sevilla de 1977 que perteneció a Elvis Presley (1936-1977) a través de una subasta online que tendrá lugar del 4 al 25 de noviembre de 2024.

Los especialistas de esta casa de subastas afirman que este Sevilla es el último automóvil adquirido por Presley para su uso personal. Sería también el último automóvil que habría conducido pocos días antes de su muerte, ocurrida el 16 de agosto de 1977. Estiman, finalmente, que se venderá por una suma muy superior a los 100.000 dólares. El subastador también especifica que las placas de Tennessee “ELVIS 1” que se muestran en el automóvil no están incluidas en la venta.

El “pequeño” Cadillac

Recuerde que el Sevilla fue creado por General Motors para ayudar a Cadillac a competir mejor con las marcas europeas, cuyo dominio en el mercado norteamericano de automóviles de lujo aumentó durante la década de 1970. Lanzado en 1977 en Canadá, el Sevilla también se convirtió en el modelo más caro del Cadillac. gama, a pesar de unas dimensiones que muchos consideraban “pequeñas”.

Su precio base de $15,089 excedió sustancialmente los del gran sedán Fleetwood Brougham ($12,774) y el imponente cupé Eldorado de tracción delantera ($12,681). Este precio lo alineaba claramente con el BMW 530i ($13,415) y el Mercedes-Benz 240D ($14,565). Nota del editor: precios tomados de Guía de coches 77 y la revista Guía de coches.

Una Sevilla para el Rey

Con su carrocería personalizada por Fisher, este Cadillac no era un auto más para el Rey. Gran entusiasta de los coches, el propio Elvis eligió los colores bicolor, burdeos y plateado, y el interior de cuero gris. También lo había equipado con una radio CB para poder comunicarse en todo momento con la cocina de Graceland, pero también con el puesto de guardia, para poder abrir la puerta de acceso a su dominio.

En el apartado mecánico, en cambio, este Sevilla no había sufrido ningún cambio. Tenía el V8 estándar de 5.7 litros y 180 hp, que impulsaba las ruedas traseras a través de una transmisión automática de 3 velocidades. Actualmente, su odómetro marca 57.998 mi (93.336 km).

Un viaje de medio siglo

El recorrido de este Sevilla es tan rico en idas y venidas como el de su primer propietario. Nueve días después de la muerte de Elvis, su padre, Vernon Presley (para quien Elvis había comprado originalmente el auto), transfirió la propiedad del auto a Ginger Alden, la entonces prometida de Elvis.

Posteriormente, el coche pasó a formar parte de la famosa colección de Jimmy Velvet, fundador del Museo Elvis Presley en Memphis, Tennessee, antes de ser finalmente vendido al australiano Greg Page por 101.500 dólares en una subasta celebrada en Las Vegas en 1994. grupo musical infantil popular Los meneoseste artista australiano también era un entusiasta de Elvis. Ahora, con 52 años, afirma haber sido propietario durante mucho tiempo de la cuarta colección de recuerdos de Elvis Presley más grande del mundo.

En 2014, el Sevilla fue vendido a Suzannah Horn, una conocida coleccionista británica, en una subasta organizada por Graceland. Según se informa, la Sra. Horn pagó 81.250 dólares estadounidenses para comprar este artefacto al famoso cantante estadounidense. Posteriormente, el Cadillac del Rey fue prestado al Museo Nacional del Motor en Beaulieu, Inglaterra, donde estuvo expuesto durante varios años para el deleite del público.

Es de destacar que se dice que Elvis compró más de 200 Cadillacs durante su vida. Compró estos coches para él, para sus amigos, su familia e incluso, en algunos casos, para completos desconocidos que le habían ayudado o habían sido amables con él.

Fotos: Bonhams y archivos LG

Sobre el autor

Sus padres dicen que las primeras tres palabras que pronunció fueron: mamá, papá y… Volvo. No sabemos en qué orden las dijo, pero todo hace pensar que estaba predestinado a hacer carrera en el gran mundo del automóvil. Fue a través de los medios que se acercó a ello. Desde los años 1980, ha editado varias publicaciones periódicas, desde la VAQ Classic Car Magazine (su “escuela”) hasta AutoMag, pasando por la revista bilingüe Formula 2000, sin olvidar Le Monde de l’auto y Auto Journal. A principios del siglo XXI, escribió para Le Devoir, así como para Auto123.com, AutoFocus.ca, Auto.Vtélé.ca y el excelente sitio industrial AutoMédia.ca. Actualmente, se le puede leer en las páginas de AnnuelAuto.ca y en L’Annuel de l’automobile, un libro que ayudó a lanzar en 2001.

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