Los primeros resultados, compartidos este viernes, permiten concluir que el subsuelo de la zona fronteriza entre Bélgica, Países Bajos y Alemania es suficientemente estable y ofrece las condiciones necesarias para la construcción del telescopio. “Resultó que el subsuelo está formado por capas de roca más duras de lo que se suponía inicialmente, lo que supone una ventaja para la construcción de infraestructuras subterráneas de investigación.especifican las distintas oficinas ministeriales en un comunicado de prensa conjunto.
Aún se necesitan más estudios
Sin embargo, todavía es necesaria una investigación geológica profunda para determinar dónde deben ubicarse los tres vértices del telescopio (tres tubos de 10 kilómetros que forman un triángulo). Además, los estudios sísmicos deben demostrar que la zona está lo suficientemente libre de ruido para que las ondas gravitacionales puedan medirse de manera óptima y los estudios de ingeniería civil deben ilustrar la viabilidad de la construcción de túneles y viaductos. Y ello sin olvidarnos de analizar el impacto en el medio ambiente.
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El nuevo gobierno flamenco también ha anunciado que ya ha reservado una dotación de 200 millones para el proyecto. Los gobiernos federal, valón, holandés y alemán ya han registrado cantidades diferentes. El nuevo ministro valón de Economía e Industria, Pierre-Yves Jeholet, aseguró el apoyo del Gobierno regional a este proyecto “de gran importancia para la investigación científica, la colaboración científica europea pero también para la economía de nuestras regiones“. “En las próximas semanas, el Gobierno valón también ampliará su equipo en torno a este proyecto para maximizar las posibilidades de esta solicitud conjunta de Alemania, los Países Bajos, Flandes y Valonia”.
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