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Profunda decepción con RDS: las quejas se acumulan

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Benoît Brunet, Alain Crête, Gaston Therrien y los monáculos de RDS siguen rondando las pantallas de RDS, fieles a una red que se niega a modernizarse.

Sports Network parece incapaz de escapar de sus viejos hábitos y prefiere confiar en sus “veteranos” en lugar de ofrecer una plataforma a jóvenes talentos.

Brunet, lejos de ser unánime y seguir presente esta noche en los intermedios, sigue murmurando banalidades ya conocidas, sin aportar la menor originalidad.

El público no tiene control sobre sus espaldas y las quejas se acumulan día tras día.

Según una fuente cercana al departamento de relaciones públicas de RDS, la red es duramente criticada por negarse a rejuvenecerse.

Los espectadores, cansados ​​de análisis poco inspirados, piden un soplo de aire fresco. Brunet, con sus intervenciones a menudo difíciles de entender, no es el único que simboliza este status quo: Gaston Therrien, Norman Flynn y Alain Crête contribuyen a la impresión de una red desconectada de la realidad.

Mientras tanto, TVA Sports está adoptando un enfoque decididamente diferente. Nos estamos centrando en la juventud. Anthony Martineau, por ejemplo, destaca por la calidad de su trabajo, precisamente porque dispone de los medios para ello.

La comparación es cruel para RDS, donde muchos periodistas permanecen en las sombras, bloqueados por la presencia persistente de los “monúnculos” de la vieja época.

Es hora de que RDS salga de su letargo. El público merece algo mejor que aburridos análisis y comentarios de otra época.

El futuro es ahora y Sports Network debe finalmente dar voz a una nueva generación de periodistas. Sin esto, se corre el riesgo de hundirse aún más en la indiferencia de los aficionados al deporte quebequenses.

RDS hoy encarna una resistencia al cambio que genera cada vez más descontento. Mientras algunos los califican de “legendarios”, otros creen que son símbolos obsoletos de un sistema congelado.

Las tensiones en el seno de RDS revelan una lucha de poder entre generaciones, agravada por las dificultades económicas y la caída de audiencias.

Los monúnculos se niegan obstinadamente a ceder su lugar. Los jóvenes periodistas se encuentran atrapados detrás de este veterano que bloquea el acceso a la antena.

La situación no es diferente año tras año, donde Alain Crête anunció recientemente que extendería su contrato hasta 2026, para gran consternación de los jóvenes talentos ansiosos por demostrar su valía.

Los monúnculos del RDS se han convertido en obstáculos a la sucesión, símbolos de una industria incapaz de renovarse.

Mientras los medios deportivos viven cambios profundos, los monúnculos siguen ocupando el escenario, impidiendo el surgimiento de nuevas voces.

Las dificultades financieras de RDS no hacen más que empeorar la situación. Según la CRTC, RDS sufrió una alarmante caída de abonados del 7%.

Estas caídas, combinadas con el aumento de los costos de transmisión y la disminución de los ingresos por publicidad, ponen en peligro el futuro de la cadena.

RDS, que alguna vez fue líder indiscutible del deporte en Quebec, está viendo cómo se dispara su gasto en programación y producción.

Y los monúnculos, protegidos, son caros mientras que los periodistas jóvenes serían más económicos para RDS. Estas dificultades financieras podrían incluso provocar la pérdida de los derechos de retransmisión de los partidos de los Montreal Canadiens en 2026, lo que supondría un punto de inflexión para la cadena deportiva.

En este contexto incierto, la estrategia de Geoff Molson, propietario de los Montreal Canadiens, podría sacudir la industria.

Inspirándose en gigantes del streaming como Apple TV, Molson planea lanzar su propia plataforma, HABS TV, en 2026. Una medida así privaría a RDS de su principal fuente de audiencia e ingresos, precipitando su declive.

Alain Crête parece haber comprendido la gravedad de la situación y optó por planificar su retirada para 2026, reduciendo progresivamente sus apariciones en pantalla.

“Continuaré dos años más en RDS”, declaró, marcando el inicio de una transición ante un potencial colapso de los canales deportivos.

Para los jóvenes periodistas de RDS, mantener a Crête, Therrien, Brunet, Flynn y compañía en la cima representa un obstáculo considerable.

La retirada de estas figuras del pasado podría finalmente abrir el camino a nuevas voces, pero las perspectivas para la industria siguen siendo sombrías, sobre todo si desaparecen los derechos de retransmisión de los Montreal Canadiens.

Los monúnculos del RDS se convierten en el símbolo de los desafíos que deben afrontar los medios deportivos quebequenses.

A medida que la televisión tradicional pasa a un segundo plano, luchan por mantener su lugar, arriesgándose a empañar su legado si persisten durante demasiado tiempo.

Ya es hora de que Sports Network abrace el futuro y finalmente ofrezca una oportunidad a la nueva generación.

En el mundo de los medios, estirar la salsa siempre termina volviéndola blanda y amarga. Los monúnculos del RDS, al estirar el elástico, corren el riesgo de convertirse en caricaturas de sí mismos.

Es hora de dar paso e inyectar sangre nueva a los estudios. El futuro es ahora.

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