Desairado en una boutique de lujo, un famoso chef suizo cuenta su desventura

Durante una visita a una boutique de lujo en la Bahnhofstrasse de Zúrich, André Jaeger se sintió profundamente maltratado. Indignado por el gélido recibimiento y la interminable espera, el famoso chef suizo contó su experiencia en las redes sociales.

André Jaeger fue durante años uno de los chefs más respetados del país. Su restaurante Fischerzunft en Schaffhausen obtuvo 19 puntos en la famosa guía gastronómica Gault Millau.

André Jaeger, con una amplia experiencia en el ámbito del lujo y la hostelería, dirigió la Fischerzunft durante 40 años. En 1975, tras trabajar en Hong Kong, se hizo cargo del establecimiento familiar e innovó fusionando la cocina europea con técnicas y especias asiáticas. En 2015 se jubiló.

“Increíble arrogancia”

Esta semana, el septuagenario se enfrentó a una situación frustrante durante un viaje de compras a Zúrich. Había ido a Hermès a comprar una vajilla para regalar a unos amigos. “Pero, ay, no es tan simple”, comentó en su cuenta de Facebook.

A pesar de su correcta vestimenta, explica que permaneció de pie entre 10 y 15 minutos sin recibir la más mínima atención, mientras que los empleados, visiblemente ociosos, no parecían tener prisa por atenderlo. “Increíble arrogancia”, dice indignado.

“Perdí la cabeza”

Finalmente, un empleado, iPad en mano, se acercó y le preguntó qué estaba buscando. Tras responder que quería un juego de vajilla, le pidieron al cocinero suizo que diera su nombre, tal vez para comprobar si ya era cliente. Después de registrar el iPad, el empleado indicó que pasarían otros 20 minutos antes de que alguien pudiera atenderlo.

Fue en ese momento cuando André Jaeger decidió salir de la tienda sin decir palabra. “Perdí el control”, confió a Blue News. Se fue sin la vajilla, atónito por aquel trato desconcertante. “No es el precio lo que me molesta, aunque un juego de Hermès cueste casi 1.000 francos”.

“Nos pasó exactamente lo mismo”

De regreso a casa, el emprendedor envió un correo electrónico al servicio de atención al cliente de Hermès para explicar lo que acababa de vivir. Una respuesta automática le informó que su solicitud sería procesada dentro de las 24 horas, pero desde entonces ha estado esperando una respuesta. Mientras tanto, su publicación en Facebook provocó fuertes reacciones de sus amigos y seguidores. “No pensé que mi historia provocaría tantas reacciones”, admite.

Muchos de los amigos y conocidos del chef han compartido experiencias similares en boutiques de lujo. “Es simplemente decadente. Afortunadamente no apoyaste este circo”, comentó una persona. “Nos pasó exactamente lo mismo”, añade otro. “¡Increíble esta arrogancia!”, coincide un internauta.

“Decidí ofrecerles una velada en nuestra casa”

A pesar de este percance, los amigos del chef no se quedaron privados de un regalo. “En lugar de la vajilla, decidí ofrecerles una noche en nuestra casa y cocinaré para ellos”.

El incidente llevó incluso al chef a repensar sus elecciones, incluido su perfume favorito, Terre d’Hermès: “Estoy buscando una nueva fragancia”, concluye.