“Poder controlar aspectos importantes de mi entorno y el acceso al entretenimiento me devuelve la independencia que he perdido”, dijo Mark, que no dio su apellido, en el comunicado.
Dijo que estaba “encantado” con “la integración de tecnología inteligente con (su) BCI”, para la interfaz cerebro-computadora o dispositivo de comunicación cerebro-máquina.
Pudo controlar el sistema de automatización del hogar inteligente de Alexa con su mente a través de una función en su tableta Amazon Fire, explicó Synchron, y agregó que pudo seleccionar opciones preprogramadas como encender o apagar luces, hacer videollamadas, reproducir música, leer libros en un Kindle (el lector electrónico de Amazon) e incluso realizar compras en el sitio web del gigante minorista.
“Sin usar sus manos ni su voz”, insistió Synchron.
Tom Oxley, director ejecutivo fundador de Synchron, dijo que la BCI formó “un puente entre la neurotecnología y la tecnología de consumo, dando a las personas paralizadas la capacidad de recuperar el control de su entorno”.
El dispositivo se implanta en un vaso sanguíneo en la superficie de la corteza motora a través de la vena yugular en un procedimiento endovascular mínimamente invasivo, explicó Synchron.
El campo de los implantes cerebrales está en pleno auge. Las empresas del sector trabajan para que pacientes paralíticos puedan controlar ordenadores con sus pensamientos, por ejemplo, devolviéndoles la capacidad de escribir.
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