Desde el final de la Pequeña Edad del Hielo en 1850 y el advenimiento de la revolución industrial, los glaciares alpinos han perdido el 70% de su superficie y su ritmo de derretimiento es el más rápido del mundo, debido al mayor calentamiento en Europa occidental. Si no se hace nada, la extinción de los glaciares alpinos está asegurada a finales de siglo. Del lado de los Pirineos… se dice misa.
El ejemplo francés es particularmente relevante, explica Jean-Baptiste Bosson, ya que permite anticipar lo que sucederá en otras regiones. El glaciólogo franco-suizo lleva años alertando de la desaparición de los ríos de hielo. Paralelamente a su actividad científica, lucha por la conservación de los seres vivos con su asociación “margin sauvage”. Éste es también su principal tema de estudio: la aparición de nuevos ecosistemas posglaciales y su necesaria protección de toda actividad humana.
¿Qué sabemos sobre estos nuevos ecosistemas?
Jean-Baptiste Bosson
glaciólogo
En la cadena alpina, durante los últimos 200 años, han ido surgiendo 12 kilómetros cuadrados de bosques primarios debido al retroceso de los glaciares. Se dice una y otra vez que ya no quedan bosques primarios en Europa occidental, pero están surgiendo nuevos bosques.
A nivel global, entre estas áreas terrestres, nos preguntamos si habrá futuros bosques, futuras áreas de altas montañas muy minerales o lagos. Se estima que lo que aparecerá será al menos del tamaño de Nepal combinado. La Tierra está cambiando parcialmente de color.
¿Cómo juegan los glaciares un papel crucial en la Tierra?
Actualmente hay alrededor de 270.000 glaciares. Su declive es generalizado, porque el cambio climático es generalizado. En sitios grandes como la Patagonia o Alaska, si nos mantenemos dentro del Acuerdo de París, aún podemos salvar una gran parte de las masas de hielo. Esto es fundamental porque a escala global, los glaciares cubren de blanco el 10% de la superficie terrestre del planeta, lo que refleja mucha radiación solar.
La Tierra se templa en particular gracias a ellos: es energía que no absorbe, por lo que cuantos menos glaciares hay, más debe absorber y más se calienta. En los 300.000 años que lleva nuestra especie en la Tierra siempre ha habido grandes glaciares.
En definitiva, somos una especie de simio adaptada a una Tierra templada; no a una Tierra cálida. No debemos perder los glaciares, la gente no sabe vivir sin ellos. Si los perdemos, esto resultará en una transformación total del planeta en términos de su funcionamiento, en términos del clima.
¿Y qué pasa con el agua?
En total almacenan el equivalente a 66 metros náuticos. Para dar un orden de comparación, si hiciéramos el mismo cálculo tomando todos los lagos del mundo, el resultado sería sólo 25 cm de aumento del nivel del mar. Por eso los glaciares representan las masas de agua dulce más grandes del planeta. Su desaparición tendría inmensas consecuencias para la infraestructura humana; miles de millones de personas que viven cerca de las costas se verían afectadas.
Impacto también en el ciclo del agua. Por ejemplo, en el valle del Ródano se aseguran de que en invierno no haya demasiada agua bruta, ya que el agua se almacenará en forma de nieve y hielo aguas arriba. Por el contrario, cuando hace mucho calor en verano, los glaciares, al derretirse, contribuyen a que haya agua en cantidad durante todo el año en la cuenca del Ródano, a diferencia del Garona o del Loira que, en esta época, tienen niveles realmente bajos. tasas de flujo.
Por lo tanto, el peligro son grandes pérdidas de caudal en verano y, a la inversa, más agua el resto del año y posibles inundaciones colosales. Último papel fundamental, el de la biodiversidad. Los glaciares son el hábitat de muchas especies que dependen de ellos. Si los perdemos, perdemos esta biodiversidad.
En diciembre de 2023, París acogió la Cumbre Polar One Planet, la primera iniciativa mundial sobre los glaciares y los polos. ¿No deberían considerarse medidas de protección a nivel global?
Francia es el único país del mundo que ha asumido un poco de liderazgo en este tema. Entre las soluciones propuestas el año pasado estaba la idea de que para salvar los glaciares debemos actuar sobre el clima. Francia no puede hacer esto sola. Debe ser una ambición internacional en todos los niveles, público y privado. Los glaciares son catalizadores formidables para comprender y actuar sobre el impacto del cambio climático.
En 2025, habrá una conferencia mundial sobre la preservación de los glaciares con un fondo específico; las cosas se acelerarán. Al mismo tiempo, es necesario proteger estas zonas. A nivel alpino, compartimos esta necesidad con los demás estados alpinos (Italia, Suiza, Austria) a principios de año. Lamentablemente, estaban a años luz de este compromiso.
La ambición debe ser local, con la creación de reservas naturales. También debe ser nacional, como vemos en Francia con la estrategia nacional de biodiversidad 2030. Sobre todo, debe ser global: por primera vez, podría haber un elemento internacional sobre la protección de los glaciares.
La idea sería modelarlo según los mecanismos del Tratado Antártico, concertado durante la Guerra Fría: sin armas, sin conflictos y sin exploración minera ni petrolera. Un tratado global sobre glaciares sería un gran paso adelante para la humanidad. Estoy convencido de que esto podría ser de interés para muchos Estados, en particular para las naciones insulares que pronto quedarán bajo el nivel del mar… debido a su derretimiento.
Usted menciona el problema de la minería y la exploración petrolera…
Hoy, estas áreas son presa de los intereses de las grandes empresas. Destruyen determinados glaciares en todo el mundo o compran las zonas donde desaparecen para poder explotar el mineral. Un Estado especialmente interesado en estas actividades es Kirguistán, con la mina Kumtor. Allí destruyen los glaciares con explosivos para ampliar la mina, lo que provoca graves daños medioambientales.
En otras partes del mundo también hay minas ilegales. Estas son áreas donde los humanos aún no han generado demasiada suciedad, de ahí el imperativo colectivo de cuidarlas. Tenga en cuenta que hoy en Francia todavía estamos destruyendo partes de glaciares con excavadoras… para la industria del esquí.
La tierra de nuestras batallas
justicia climática, esta es nuestra batalla. El que vincula las luchas ambientales y sociales para contrarrestar un sistema capitalista que lo arrasa todo. De la vida, del planeta, de nuestra humanidad.
No hay ninguna fatalidad.
- Desenmascaramos las manipulaciones de los lobbys.
- Estamos derrotando las negaciones mortales del clima.
- Destacamos iniciativas destinadas a reducir las desigualdades ambientales y las brechas sociales.
Apóyanos.
quiero saber mas