A 80 kilómetros al oeste de París, en el bosque de Normandía, la empresa está realizando pruebas mecánicas de separación de etapas en el cohete Maia.
En el bosque de Normandía, el grupo francés MaiaSpace entra en la fase decisiva del desarrollo del primer cohete europeo reutilizable, cuyo primer lanzamiento está previsto para 2026, intentando compensar una década de retraso frente a Elon Musk. “Europa se ha quedado atrás porque las tecnologías de reutilización que se dominan al otro lado del Atlántico aún no se dominan aquí”dijo a la AFP Yohann Leroy, presidente ejecutivo de MaiaSpace. “Sin embargo, la batalla no está perdida”añade frente a una instalación donde se llevan a cabo pruebas mecánicas de separación de etapas del cohete Maia en Vernon, a 80 kilómetros al oeste de París.
Se trata de la primera etapa de este cohete destinado a poner en órbita satélites institucionales y comerciales y desarrollado por MaiaSpace, filial de ArianeGroup, que constituye el principal elemento reutilizable. Está diseñado para regresar a una barcaza en el mar después del lanzamiento, utilizando una tecnología similar a la que utiliza SpaceX de Elon Musk desde 2015 con el Falcon 9, que actualmente realiza varios lanzamientos por semana. Impulsada por el motor Prometheus de ArianeGroup, que funciona con una mezcla de oxígeno líquido y biometano, más respetuosa con el medio ambiente que el queroseno, la primera etapa de Maia podría reutilizarse hasta cinco veces, frente a las al menos diez de SpaceX.
MaiaSpace apuesta por una veintena de disparos de Maia al año entre 2031 y 2032, una diferencia de escala que no desanima a Yohann Leroy, que también debe competir con otros grandes actores como Rocket Lab o Relativity Space. China también tiene lanzadores reutilizables. “Los lanzadores que está desarrollando SpaceX no cubren todas las necesidades”especialmente cuando se trata de enviar un satélite pesado a una órbita específica, argumenta. A diferencia de SpaceX, cuyos satélites de la constelación Starlink representan la mayor parte de la cartera de pedidos, lo que justifica la frecuencia de los lanzamientos, “MaiaSpace no tiene ambiciones de desarrollar su propio proyecto de constelación”explica también.
Trabajar “de otra manera”
Sin embargo, al hacer que el acceso al espacio sea algo común y reducir su coste, el multimillonario estadounidense ha perturbado el mercado de los satélites y ha empujado a Europa a cuestionar su modelo de desarrollo espacial basado en la financiación pública. En 2014, cuando se lanzó el desarrollo del Ariane 6, el lanzador del Grupo Ariane capaz de transportar cargas más pesadas que Maia y que completó con éxito su primer vuelo en julio, Europa consideró inviable la reutilización del modelo económico.
Inicialmente previsto para finales de 2025, el primer vuelo de Maia se pospuso después de que el grupo francés se adjudicara en septiembre la plataforma de lanzamiento rusa Soyuz en Kourou, Guayana Francesa, cuyos lanzamientos fueron interrumpidos tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022. MaiaSpace se está preparando para adaptar esta plataforma de lanzamiento a sus necesidades mientras realiza pruebas en Vernon.
En un taller de los años 70 se ensamblan secciones del primer piso. A dos kilómetros de distancia, en un sitio confidencial en medio del bosque, simulamos el llenado, vaciado y gestión de presión en los tanques del prototipo de la segunda etapa o la separación entre las etapas.
MaiaSpace, que empezó hace dos años con 20 empleados, cuenta hoy con 230 de 14 nacionalidades diferentes, más de la mitad de los cuales proceden del sector no espacial. La empresa también emplea aproximadamente «30%» de mujeres, una tasa superior a la de las mujeres graduadas de escuelas de ingeniería y a la de los empleados de todas las edades. Con esta diversidad, MaiaSpace espera “Evita los errores de principiante” adoptando lógicas de desarrollo “diferente”subraya Yohann Leroy. ir rápido es “una condición necesaria para la supervivencia” frente a la competencia, incluso si eso significa acortar ciclos y probar el primer cohete imperfecto en «vol suborbital»señala el gerente.
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Aunque es una filial de ArianeGroup, MaiaSpace se autodenomina “autónomo” porque se financió con préstamos de Airbus y Safran, accionistas de su empresa matriz. Esto le permite en particular ser “liberados de la limitación del retorno geográfico” establecido por la Agencia Espacial Europea para garantizar una distribución equitativa de los contratos industriales y de los beneficios económicos entre los distintos Estados miembros que participan en la financiación de proyectos espaciales.