Seguiría siendo una pena dejarle el campo abierto a Nintendo. Te recordamos que Nintendo Switch ha vendido más de 146 millones de copias desde su comercialización en 2017, lo que la convierte en la tercera consola más vendida de todos los tiempos, sólo por detrás de la Nintendo DS (154 millones) y la PS2 (155 millones). La hegemonía de Nintendo en el terreno de las consolas portátiles no es nueva, pero Sony decidió darle rienda suelta tras la decepción sufrida por la PS Vita, que no superó los 15 millones de copias en total.
Sony abandonó así la lucha durante una década, antes de ver finalmente la luz: es cierto que el mercado de los portátiles va bien. Además de Nintendo y su Switch, que se vende (todavía hoy) por paletas, muchos otros fabricantes se han sumado a la lucha: Valve con su Steam Deck, Asus con su ROG ALLY, Lenovo con su Legion GO… Y mientras tanto , Sony y Microsoft están viendo a todas estas personitas pelear sin ofrecer competencia directa.
Sony está a punto de incorporarse al mercado de las consolas portátiles (otra vez…)
Esta es una situación a punto de cambiar: ya sabemos que Microsoft está trabajando en el desarrollo de una consola portátil. Pero evidentemente el fabricante americano no es el único que se interesa por una máquina de este tipo: según Bloomberg, a Sony también le gustaría entrar en el mercado. Según la seria publicación estadounidense, a Playstation le gustaría ampliar su influencia ofreciendo una consola portátil capaz de ejecutar juegos de PS5, en particular. Sería por tanto un modelo independiente de la PS5, capaz de ejecutar juegos de consola doméstica de forma local, sin tener que depender de la nube ni del juego remoto (el PS Portal ya cumple esta función). Sin embargo, la consola aún está en pañales: según fuentes consultadas en Bloomberg, el proyecto podría tardar años en comercializarse y Sony siempre puede decidir no seguir adelante en caso de un cambio de estrategia.
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