este descubrimiento podría redefinir nuestra comprensión de la electricidad ⚡

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La búsqueda de la superconductividad de alta temperatura sigue cautivando a los científicos. Los avances recientes ofrecen nueva luz sobre un fenómeno que antes no se entendía bien.

La superconductividad es un estado en el que la electricidad fluye sin resistencia. Esto significa que no se pierde energía en forma de calorun sueño para las aplicaciones energéticas. Descubierto en 1911 con mercurio ultrafrío, este fenómeno se encuentra en materiales variado.

type="image/webp">> El efecto Meissner: una manifestación de la superconductividad

Los superconductores se dividen en dos tipos: los de tipo I, como el plomo, y los de tipo II, como los cupratos. Estos últimos tienen un potencial de aplicación más amplio, funcionan a temperaturas más altas y son resistentes a los campos magnéticos. Sin embargo, los cupratos no se entienden fácilmente. Aunque la teoría BCS (Bardeen-Cooper-Schrieffer) explica la superconductividad en los metales tradicionales, fracasa ante la complejidad de los cupratos. Estos materiales muestran comportamientos extraños, en particular los famosos arcos de Fermi.

Los arcos de Fermi ilustran las direcciones preferidas de los movimientos de los electrones. Estas sorprendentes curvas son representativas del comportamiento atípico de los electrones en los cupratos. Esta restricción direccional pone en dificultad los modelos teóricos habituales.

Un gran avance procede de un equipo de la Universidad Técnica de Viena. Gracias a técnicas innovadoras, pudieron visualizar estos arcos mediante láser. Esto permitió desarrollar modelos teóricos que aclaran estas interacciones.

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> Superficie de Fermi (azul) y superficie de Luttinger (gris) para el modelo propuesto (izquierda) y el modelo de Hubbard (derecha).

Los investigadores demostraron que las interacciones magnéticas, en particular el antiferromagnetismo, son esenciales para comprender el comportamiento de los electrones en los cupratos. En este fenómeno, los momentos magnéticos de los átomos no se alinean en la misma dirección, sino de forma alterna. Esta disposición recuerda a un tablero de ajedrez, donde cada cuadrado representa un átomo y donde las orientaciones magnéticas alternan entre dos direcciones opuestas.

Concretamente, esto significa que si un átomo tiene su momento magnético orientado hacia arriba, el átomo vecino tendrá su momento magnético orientado hacia abajo, y así sucesivamente. Esta configuración crea un campo magnético complejo a escala microscópica, que influye en el movimiento de los electrones. Estas interacciones antiferromagnéticas imponen restricciones a los estados cuánticos que pueden ocupar los electrones, restringiendo su movimiento a direcciones específicas.

Así, la forma en que interactúan estos momentos magnéticos condiciona la dinámica electrónica dentro de los cupratos, contribuyendo a la aparición de los arcos de Fermi observados en estos materiales.

Este avance abre el camino a nuevas investigaciones sobre materiales con propiedades no convencionales. Una mejor comprensión de los arcos de Fermi permitirá prever aplicaciones innovadoras, por ejemplo en el campo de los sistemas energéticos y los ordenadores cuánticos.

La superconductividad, con sus vastas implicaciones, podría transformar nuestra relación con la energía y la tecnología. El futuro puede deparar algunos descubrimientos impresionantes en este campo.

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