lo esencial
En Toulouse, unos investigadores han desarrollado una enzima capaz de hacer autobiodegradable el plástico utilizado en los envases de alimentos. Un paso más en el problema del fin de vida de los plásticos.
Para Isabelle André y Alain Marty, el plástico es fantástico… ¡Como fuente de investigación! El primero, director de investigación del CNRS en el Instituto de Biotecnología de Toulouse (TBI), trabaja desde hace más de diez años con el segundo, profesor universitario del INSA y director científico de la empresa Carbios. Su colaboración dio lugar, en 2020, al desarrollo de una tecnología capaz de degradar el plástico de la familia PET para hacerlo reciclable. Este descubrimiento revolucionario les valió la portada de la prestigiosa revista científica Nature. El pasado mes de abril, Carbios colocó la primera piedra, en Longlaville (Meurthe-et-Moselle), de la primera planta de bioreciclaje de PET.
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Aún decididos a abordar el problema del fin de vida de los plásticos, los investigadores de TBI y Carbios han recurrido a sus tijeras moleculares para desarrollar un plástico PLA autobiodegradable. El PLA, un polímero elaborado a partir de plantas de las que se extrae el azúcar, también se llama ácido poliláctico. “Se utiliza en tarros de yogur, film transparente, cubiertos desechables, bolsas de patatas fritas, cápsulas de café, bandejas de fruta. Tiene el inconveniente de no ser biodegradable a temperatura ambiente, por lo que tiene pocas posibilidades de desaparecer rápidamente fuera del compostaje de tipo industrial” , resume Alain Marty, director científico de Carbios.
El plástico se desintegra en menos de 26 semanas
Todo el trabajo de los investigadores consistió en desarrollar una enzima que pudiera incorporarse a la fabricación de PLA -y por tanto capaz de soportar los 170 grados necesarios para su conformación- para luego participar en la rápida degradación en condiciones de compostaje doméstico. “Somos los únicos que trabajamos en una vía de biodegradabilidad no química y podemos hacerlo gracias a la multidisciplinariedad de nuestro laboratorio”, subraya Isabelle André.
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Productos próximamente a comercializarse
Resultado: el plástico PLA que incorpora la enzima Carbios y TBI se degrada y desintegra en menos de 26 semanas sin migrar al producto que envasa. Nuevamente el descubrimiento fue publicado en la revista científica Nature.
“Tenemos excelentes comentarios de los fabricantes. En 2025 encontraremos productos comercializados con este embalaje”, afirma Alain Marty. Una colaboración entre Carbios y el grupo francés SLEEVER® acaba de dar origen a la primera pastilla de seguridad (plástico que se encuentra alrededor de las tapas de las botellas) degradable a temperatura ambiente en menos de seis meses. “Al colaborar con Carbios, nuestro laboratorio aborda la ciencia de manera diferente, respondiendo a las necesidades de la sociedad y a las limitaciones de la industria. Estamos más allá de un simple proyecto académico”, concluye Isabelle André.