La última misión de reabastecimiento de SpaceX a la Estación Espacial Internacional (ISS) operada este martes 5 de noviembre reveló una sorpresa. Por 31ª vez, la nave Dragon entregó aproximadamente 2.700 kg de suministros y experimentos científicos, pero esta misión también permitió probar una nueva capacidad de la nave que podría desempeñar un papel clave para el futuro de esta estación espacial.
Un barco familiar, pero con capacidades subestimadas.
Lanzado por primera vez en 2010, el Nave espacial dragón de EspacioX rápidamente se convirtió en uno de los elementos esenciales de repostaje de la Estación Espacial Internacional (ISS). Como buque de transporte de carga, ha llevado a cabo numerosas misiones de reabastecimiento para la NASA y otras agencias espaciales y ha entregado multitud de materiales vitales para los astronautas en órbita. A lo largo de los años, ha transportado miles de toneladas de suministros, incluidos alimentos, equipos científicos, herramientas, repuestos e incluso experimentos de investigación espacial.
Además, su capacidad única para devolver objetos a la Tierra después de cada misión lo distingue. A diferencia de otros buques de carga, que generalmente son desechables y se queman al reingresar a la atmósfera, puede aterrizar de manera segura en la Tierra, lo que permite recuperar valiosas muestras o equipos científicos. Esta capacidad de regresar intacto ha convertido al Dragón en una herramienta indispensable para las misiones espaciales, particularmente para los investigadores que necesitan traer experimentos o datos recopilados en el espacio.
Sin embargo, recientemente el barco Dragón no sólo ha entregado equipamiento; fue puesto a prueba para una demostración muy especial. De hecho, los propulsores de la cápsula se utilizaron para intentar trasladar la Estación Espacial Internacional, una primera.
Una prueba de maniobra crucial para SpaceX
EL Propulsores Draco de la cápsula se utilizan generalmente para ajustar la órbita de la nave Dragón. Por primera vez se utilizaron para trasladar la propia estación. Esta prueba tenía como objetivo explorar la posibilidad de que algún día el barco pudiera soportar estas maniobras críticas. generalmente proporcionado por el segmento ruso de la estación. La manifestación, realizada con éxito, duró aproximadamente 12,5 minutos.
Esta demostración de maniobra es particularmente importante en el contexto geopolítico actual. Desde la invasión de Ucrania en 2022, las tensiones entre Estados Unidos y Rusia han aumentado. cooperación probada entre los dos países en el espacio. En este contexto, la NASA busca reducir su dependencia de Rusia. Aquí es donde entra en juego la nave Dragon de SpaceX. Al poder realizar estas maniobras, podría desempeñar un papel crucial para la estación, incluso en caso de ruptura con el Kremlin.
En última instancia, SpaceX podría convertirse en un actor clave para mantener la estación en órbita. También sabemos que la compañía de Elon Musk está desarrollando una versión mejorada de su nave Dragon capaz de manejar operaciones de desorbitaciónque permitiría guiar la estación hacia un aterrizaje controlado en el agua. hacia el horizonte 2030.