Parece que las hazañas técnicas de SpaceX han llamado la atención de la NASA. Después de lanzar el proyecto para recuperar tanto el lanzador como la nave Starship, la agencia espacial eligió un enfoque radicalmente diferente para Starship del utilizado para su programa Space Launch System (SLS para aquellos que tienen prisa). En lugar de los contratos de costo adicional que alentaron los excesos presupuestarios, SpaceX debe cumplir sólo 27 requisitos del sistema, en comparación con los cientos habituales. El nuevo programa, Human Landing System, prevé un pago único y fijo de 2.990 millones de dólares para SpaceX, siempre que logre todos sus objetivos.
Más flexibilidad por un lado, más libertad por el otro, la ecuación mágica que permitió innovar sin perder de vista los objetivos esenciales. Los astronautas de la NASA siguen implicados, sobre todo en el diseño del interior de la nave espacial, que examinan cada mes. Esta colaboración más flexible contrasta con el modelo histórico de la agencia, pero parece estar dando sus frutos: el proyecto avanza a pasos agigantados a pesar de su complejidad técnica.