Cuando el sabio señala la Luna, el tonto mira el dedo, proverbio chino. Y cuando muestra dos lunas, ¿qué pasa? Y si cogiéramos un poco de altura… A la vista de la actualidad mundial, los idiotas no faltan, pero tener una segunda luna sobre nuestras cabezas nos deja boquiabiertos. Por último, hablaremos más bien de una gran roca que suele girar en una órbita cercana a la nuestra, pero que, este domingo, será capturada por el campo gravitacional terrestre. Y que, por tanto, nos acompañará, como una mini Luna, durante casi dos meses, antes de retomar su recorrido alrededor del Sol. Bautizado como 2024 PT5, el asteroide mide sólo unos diez metros, cuando el diámetro de la Luna supera los 3.400 kilómetros. No hace falta decir que no lo veremos.
Entonces la historia podría terminar ahí. No necesariamente, porque el hecho de que no podamos ver las cosas no significa que no nos afecten. Y luego, nunca está de más mirar hacia arriba. Hace cuatro años y unos meses lamentábamos no ver más aviones en un cielo vaciado por el Covid. Desde entonces, los aviones han regresado en mayor número que antes, al igual que los misiles. Y en un momento en el que una parte del mundo está en llamas, este pedacito de piedra, donde ni siquiera Pesquet podría poner un dedo del pie, quizás nos diga más de lo que pensamos. Sobre nuestra frágil condición de terrícolas, habitantes de una roca un poco más grande ciertamente, pero que también gira en círculos. Sobre el vacío de las cosas, el absurdo de la guerra, la vanidad de los hombres. Toma un poco de altura.
Cuando el sabio señala la Luna…
