El depredador antártico – Octopus.ca

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En lo más alto de la cadena alimentaria hace 50 millones de años se encontraba un pájaro de 2 metros de altura, incapaz de volar pero con todo el potencial para ser el terror de los pequeños mamíferos de su época.

Estos carnívoros, acertadamente apodados pájaros del terror, vivían en lo que hoy es América del Sur, pero un descubrimiento reciente los sitúa también en la Antártida, en una época en la que la deriva continental aún no había transformado esta tierra en un continente helado. Dos paleontólogos de Argentina y Uruguay informan del descubrimiento de dos garras fosilizadas en la isla Seymour, ubicada frente a la Península Antártica.

, también llamado forusrácido, tenía un pico muy grande, terminado éste en un gancho orientado hacia abajo, lo que le permitía atrapar a sus presas. En esta isla se han descubierto restos de otros animales de la época, incluidos pequeños mamíferos, pero es la primera vez que se encuentra allí un gran carnívoro, describen los dos autores en la edición de febrero de Paleontología Electrónica.

El hecho de que pudiera ocupar la Antártida no sorprende a los expertos: en la Antártida se han descubierto varios fósiles de animales sudamericanos. Sin embargo, este descubrimiento confirma que apenas entre 10 y 15 millones de años después de la desaparición de los dinosaurios, incluido el famoso Tyrannosaurus, el pájaro del terror ya había logrado ocupar la posición de depredador dominante, gracias a una combinación de garras, con una enorme mandíbula y dientes afilados. A pesar de sus 100 kilos, la forma de su cuerpo también debería permitirle correr bastante rápido.

Es posible que haya conservado esta posición dominante hasta tiempos relativamente recientes: en América del Sur, se cree que la especie se extinguió hace sólo 100.000 años.

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