Gérard López, esperado nuevamente por la DNCG el martes, tiene motivos para preocuparse. El presidente y propietario del Girondins presentará cifras elevadas que alertarán a la policía financiera.
Burdeos y sus seguidores volverán a temblar. Este martes, el club de Aquitania comparecerá ante la DNCG con motivos para preocuparse. Para empezar, el presidente y propietario Gérard López presentará una nómina alta para un simple residente de la Nacional 2. El Girondins tiene una plantilla con 29 jugadores con contrato federal. Incluyendo las primas concedidas a determinados jugadores, entre ellos el delantero inglés Andy Carroll, la nómina bruta puede alcanzar los 800.000 euros por temporada.
Podría incluso superar el millón de euros en función de los resultados y las primas de victoria. Todo ello sin contar los posibles ingresos de Safouane Karim y Djibril Diaw, dos jugadores cuyas licencias aún no han sido validadas, y que sumarían 60.000 brutos. En cuanto al entrenador Bruno Irles, que recibe 5.000 euros brutos mensuales, tanto su cuerpo técnico como los empleados aumentarían su nómina anual en unos 500.000 euros, gastos incluidos.
Burdeos no está fuera de peligro
Sin duda, Gérard López había previsto todas estas incorporaciones, aunque se había olvidado de tener en cuenta los 3,6 millones de euros que se pagarán a los trabajadores despedidos en el marco del plan de protección del empleo (PSE). En total, el medio Foot Amateur cifra la nómina entre 5,3 y 5,6 millones de euros, sobre un presupuesto anunciado en 8 millones de euros para la temporada. No hay duda de que la DNCG analizará cuidadosamente todos estos datos. Si Gérard López no logra tranquilizar a la policía financiera, Burdeos podría verse expuesto a una degradación como medida cautelar. O una penalización de puntos mientras la Marina y los Blancos están de vuelta en la carrera por el ascenso.
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