Según un reciente informe financiero, los auditores externos han expresado serias reservas sobre la continuidad operativa del club de Lyon. Esto hace que el futuro de Les Gones sea más que incierto. La dirección ha propuesto soluciones: aportaciones de capital, ventas de jugadores o incluso transferencias de activos como acciones de Crystal Palace. Pero estas promesas no convencen ni a los expertos ni a los observadores. “Confiamos los clubes a gestores catastróficos”protestó el consultor Steve Savidan en RMC Sport. Para él, la situación del OL es un ejemplo evidente de los excesos en la gestión de los clubes franceses.
Una degradación que tiene el efecto de una bomba
Los temores expresados por los observadores se materializaron en una brutal sanción por parte de la DNCG. La policía financiera del fútbol francés ha impuesto al OL una prohibición de contratar, un control estricto de su nómina y, sobre todo, un descenso a la Ligue 2 como medida de precaución de cara al final de la temporada.
Esta decisión, sin precedentes para un club de esta magnitud, sumió a la institución lionesa en una profunda crisis. Si el club no recupera rápidamente sus finanzas, podría convertirse en la antecámara del fútbol francés a partir del próximo año, una situación que parecía impensable hace apenas unos meses.
John Textor, entre el optimismo y el método Coué
Ante estas sanciones, John Textor, el propietario estadounidense de OL, se pronunció para defender su modelo económico y cuestionar las conclusiones de la DNCG. Durante una rueda de prensa transmitida por L’Equipe, desplegó un arsenal de cifras para demostrar que el club estaba efectivamente en el camino de la recuperación.
Textor destacó los activos del grupo Eagle Football, empresa matriz de OL. Cabe destacar el Botafogo, que brilla en Brasil liderando el campeonato y en la final de la Copa Libertadores. También apuesta por una inyección de 75 millones de euros en diciembre, procedentes de fondos propios y/o traspasos de jugadores del grupo Eagle Football Holdings. También cuenta con la venta de acciones de Crystal Palace y una reducción drástica de la nómina para sanear las cuentas. “Somos muy optimistas acerca de nuestro modelo, el OL no descenderá, no hay ninguna posibilidad”insistió.
Sin embargo, el tranquilizador discurso del propietario no disipó todas las dudas. Textor lamenta que la DNCG no evalúe su proyecto en su totalidad, teniendo en cuenta todos los recursos del grupo Eagle Football. Sin embargo, reconoció que el club tuvo que convencer al policía financiero durante la próxima audiencia, prevista para mayo, para evitar un escenario de desastre.
El Olympique Lyonnais navega así por aguas turbulentas. Si John Textor parece confiar en su capacidad para afrontar el desafío, el club tendrá que demostrar su solidez ante la DNCG y los observadores del fútbol francés el próximo mes de junio. La degradación de un bastión del fútbol francés en la década de 2000 sería similar a un terremoto. El ejemplo del Burdeos, la temporada pasada, no está ahí para tranquilizar a John Textor, que no podrá contar con la notoriedad de su club para ablandar a la policía financiera…
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