Es uno de los 82 empleados que dejaron su cargo, en el marco del plan social del Girondins de Bordeaux. Entre ellos, una figura emblemática de la seguridad del Club en el Escapulario, presente desde hace 26 años: Angel Bachiri. Habló de esta salida en France Bleu Gironde.
“Fue muy complicado esta mañana (miércoles) cuando me desperté. Decidí muy rápidamente ir de compras para intentar pensar en otra cosa (sonríe). Es difícil decirme a mí mismo que no voy a volver más a Haillan y que se está pasando una página. Pero espero que todo esté bien. Sobre todo necesito tiempo para hacer la digestión. También hay mucha tristeza al ver en qué se ha convertido mi club”.
Él planeó con anticipación.
“Aún me quedan tres años antes de jubilarme. Mi objetivo era acabar en el club y sobre todo pasar el testigo. Entonces, es cierto que es brutal dejar el club hoy. Sabíamos que todos los años había problemas de dinero, pero siempre encontrábamos una solución. Por eso es difícil y brutal. Por el momento no puedo imaginarme a mí mismo en absoluto. He tenido contactos, la gente quiere ayudarme, pero quiero darme unos meses para pensar. El Girondins es mi club, mi vida. ¿Si planeo regresar al estadio? ¡No por el momento! Después, como le dije a la dirección, si hay una necesidad, un problema, seré el primero en ayudar al club porque amo a mi club”.
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