El Paris Saint-Germain continuó su impresionante inicio de temporada a las órdenes de Luis Enrique al imponerse por 3-1 al Rennes en el Parque de los Príncipes. Si Julien Stéphan, entrenador del Rennes, reconoce el dominio parisino, quiso elogiar la calidad del juego del PSG, en particular su capacidad para castigar los errores contrarios en las transiciones largas.
Maestría colectiva chispeante
El partido mostró al PSG en pleno control, tanto en el aspecto técnico como en la intensidad. El equipo de Luis Enrique supo aprovechar las pérdidas de balón del Rennes para atacar al contragolpe. “Tienen una formidable contrapresión”admitió Stéphan, que había decidido presionar alto para intentar frenar el impulso parisino. Pero ante la calidad de los parisinos en los duelos y su capacidad para eliminar a varios jugadores a la vez, el equipo bretón se vio rápidamente superado.
Transiciones largas que marcan la diferencia
El PSG, bien organizado en defensa y sólido en las fases de recuperación, supo aprovechar las transiciones largas para aprovechar los espacios dejados por el Rennes. En varias ocasiones, los parisinos lograron adelantarse a la defensa contraria, aprovechando errores en los últimos 30 metros del Rennes. El propio Stéphan reconoció la eficacia parisina en estas acciones: “El PSG castigó las transiciones largas y aprovechó nuestras pérdidas de balón, que fueron fatales”.
Una tintorería parisina incansable
El trabajo colectivo de los parisinos, sobre todo en la recuperación del balón, puso a prueba a la defensa del Rennes. Stéphan sólo pudo constatar la eficacia de la presión parisina, subrayando que defender demasiado bajo contra este equipo habría sido aún más arriesgado. Luis Enrique supo establecer una filosofía de juego en la que cada pérdida de balón se aprovecha inmediatamente para mantener una presión constante sobre el oponente.
Magos en el suelo
Julien Stéphan no dejó de elogiar la calidad individual de algunos jugadores parisinos, a los que calificó de “magos”. “Tienen la capacidad de eliminar a dos o tres jugadores al mismo tiempo y marcar diferencias increíbles en largas distancias”explicó. Una forma de reconocer la superioridad técnica del PSG, cuya cohesión y dominio en los duelos contribuyeron en gran medida a este éxito.
Un PSG con confianza en el futuro
Si Rennes supo dar algunas señales de vida al final del partido, el PSG supo gestionar su ventaja con serenidad, incluso después de realizar varios cambios en su plantilla. Luis Enrique puede estar encantado de contar con un equipo de alto rendimiento, tanto en el control del balón como en la ejecución de las fases de transición, dos aspectos clave que serán cruciales para los grandes acontecimientos que se avecinan.
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