Arabia Saudita decidió repentinamente cambiar su estrategia de inversión y las compras de clubes como el OM ya no están en la agenda.
Todavía bajo la bandera estadounidense, con Frank McCourt al mando y deseoso de seguir invirtiendo mucho en el futuro de su club, el Olympique de Marsella lleva cuatro años asociado con Arabia Saudí. Pero el proyecto de adquisición que parecía cerca de ver la luz en 2021 nunca se confirmó, a pesar de que los conocedores siempre estaban dispuestos a devolver una pieza a la máquina. Sin embargo, además de la impecable inversión de McCourt, la tendencia ha cambiado claramente en el lado saudí.
El Reino del Golfo, especialista en inversiones en los cuatro rincones del mundo, ha decidido reducir sus gastos en el extranjero, en particular en el deporte, según informa la agencia Reuters. Esto ya se puede comprobar en los recursos financieros del Newcastle, que son mucho menos importantes que en el momento de la adquisición. Se han realizado proyectos importantes, en particular en el golf y el boxeo, pero también en el mundo del fútbol con la contratación de estrellas mundiales para el campeonato local, la Saudi Pro League.
PIF se centra en Arabia Saudita
Todo esto se revisará a la baja en los próximos años, anunció el director general del PIF, el fondo de inversión principesco del Reino. Yasir Al-Rumayyan explicó que el gasto en proyectos en el extranjero representó el 30% de las inversiones del PIF, y la idea ahora es reducir esta financiación a entre el 18 y el 20%. El objetivo del fondo de inversión es siempre reducir su dependencia del petróleo aumentando las inversiones, pero además del deporte se consideran más lucrativos, como la energía, el sector inmobiliario, la tecnología y, por supuesto, las finanzas.
La idea es centrarse en la transformación económica y energética del país y en la organización de grandes eventos en Arabia Saudita, como el Mundial de fútbol, y no en el extranjero. Proyectos para desarrollar combates de boxeo fuera del país fueron cancelados por primera vez, señal de que la tendencia se está revirtiendo. En estas condiciones, es difícil imaginar a Arabia Saudita reactivando un proyecto muy caro con la compra de OM, aunque tal gasto no represente una inversión increíble para el PIF, que cuenta con cerca de 1 billón de euros en activos.