Mantener seguros el queso de cabra y el repollo (o los puerros) no es fácil. Para intentar satisfacer a los socialistas, que corren el riesgo de votar para censurar su gobierno, François Bayrou prometió este miércoles presentar al Parlamento un acuerdo, incluso parcial, de los interlocutores sociales sobre las pensiones.
La víspera había anunciado en su discurso de política general que reiniciaba la reforma de 2023. Pero si las nuevas negociaciones no tienen éxito, será la versión actual del texto la que persistirá, advirtió. El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, pidió, para no votar la moción de censura que será examinada el jueves, que se recurra al Parlamento, cualesquiera que sean las conclusiones del “cónclave” de sindicatos y empresarios previsto para tres meses.
Para el PS, “la cuenta no está”
El Primer Ministro respondió en parte a esta petición. Mencionó tres escenarios que podrían ocurrir al final de esta “conferencia social” destinada a revisar la reforma cuestionada de Élisabeth Borne. “Desacuerdo: nos quedamos con el texto actual. Acuerdo total: estamos haciendo un texto legal. Acuerdo parcial: traducimos el acuerdo parcial en un texto para mejorar nuestro sistema de jubilación, resume François Bayrou. Es el camino más franco, más transparente, más honesto que hemos podido encontrar en estos temas. . »
Pero se encontró con el rechazo. “La cuenta no está ahí”, replicó Patrick Kanner, líder de los senadores del PS. “Su discurso no nos permite tener una visión clara del equilibrio general de su presupuesto”, añadió, afirmando estar “preocupado” por “descubrir los temas en los que realizará nuevos ahorros”. E incluso “en el caso de que se den las condiciones para que no censuremos a su gobierno, no le firmamos un cheque en blanco”, advirtió.
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Los 66 cargos electos del PS se reunirán este miércoles para decidir su posición sobre la moción de censura presentada por sus aliados de izquierda, el LFI a la cabeza, a la que se han sumado los comunistas y los ecologistas. “No obtuvieron nada, ni siquiera migajas”, criticó la parlamentaria ecologista Sandrine Rousseau, decidida a censurar a un Primer Ministro al que considera “indigno de su cargo”. Las negociaciones entre el PS y el gobierno están provocando fuertes tensiones dentro de la alianza de partidos de izquierda. La votación de la moción de censura está prevista para el jueves.
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