En medio de una guerra tecnológica con China, el gobierno de Biden acaba de sacar un arma masiva: la prohibición total de los automóviles conectados chinos en suelo estadounidense.
Las nuevas regulaciones, finalizadas el 14 de enero de 2025, tienen como objetivo prohibir efectivamente todos los vehículos conectados chinos en suelo estadounidense. Una medida que no sólo apunta a los fabricantes tradicionales chinos, sino que también podría afectar a marcas como Polestar o Volvo, ya consolidadas en Estados Unidos.
¿La justificación esgrimida por Washington? Ciberseguridad nacional. Gina Raimondo, secretaria de Comercio estadounidense, no se anda con rodeos: “ Los coches modernos son verdaderos centros de datos rodantes, equipados con cámaras, micrófonos y GPS. En las manos equivocadas, estas tecnologías podrían convertirse en formidables herramientas de espionaje.« .
En dos etapas
La medida se implementará en dos etapas: a partir de 2027 para el software y luego en 2030 para el hardware chino. Al contrario de lo que podría pensarse, el lugar de fabricación no es el único criterio.
Incluso ensamblado en Estados Unidos, un automóvil controlado por una entidad china estará sujeto a estas regulaciones. Es en particular el caso de Polestar o Volvo (del grupo chino Geely), que, a pesar de tener su fábrica en Carolina del Sur, podrían tener prohibida su comercialización en territorio americano.
La industria automovilística tradicional no se queda atrás. Aunque Ford, GM y otros grandes fabricantes apoyan oficialmente el objetivo del reglamento, hacen sonar la alarma sobre su aplicación. Y por una buena razón: la cadena de suministro automotriz global está profundamente entrelazada con la industria china.
Aún más sorprendente es que esta regulación también podría afectar a actores como Waymo, el especialista en vehículos autónomos de Google. La empresa, que tenía previsto utilizar vehículos del fabricante chino Zeekr para su próxima generación de robotaxis, se encuentra en una situación delicada.
Esta nueva restricción comercial llega en un momento crítico: China es el principal exportador de automóviles del mundo. Una posición que preocupa visiblemente a Washington, dispuesto a erigir barreras regulatorias para proteger su mercado.
Estados Unidos, un mercado especial
Estados Unidos ya presenta un mercado muy singular para los vehículos eléctricos, dominado por los fabricantes nacionales.
para ir más lejos
Coches eléctricos en EE.UU.: el mercado sigue siendo una fortaleza inexpugnable para Europa y China
En 2024, las cifras de ventas hablan por sí solas: el top 10 está compuesto exclusivamente por modelos americanos, con un dominio abrumador de Tesla. Ningún fabricante chino o europeo ha conseguido colarse en este ranking, pese al esfuerzo de marcas como Volkswagen con su ID.4 o Polestar con su Polestar 2.
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