Nueve playas de la ciudad de Sídney (Australia) fueron cerradas este martes al baño por motivos de seguridad, tras el hallazgo de numerosas bolas blancas y grises cuyo origen se desconoce.
Un verdadero misterio. Miles de pequeñas bolas, que se asemejan al mármol en apariencia y color, han aparecido en las costas de Sydney, en el sureste de Australia.
Tras numerosos informes, las autoridades decidieron cerrar el acceso a nueve playas por precaución, desconociéndose aún el origen de estos restos. “No sabemos qué es y eso hace que la situación sea aún más preocupante”, dijo a The Guardian Sue Heins, jefa de la autoridad local.
Una investigación abierta
“Obviamente hay algo goteando, cayendo, flotando y siendo arrojado. Pero nadie sabe realmente quién lo dejó caer, lo perdió o lo dejó escapar”, continuó. Los científicos le dijeron a la BBC que podrían ser grumos de grasa, aceite y grasa, que generalmente se forman en los sistemas de alcantarillado.
Interrogado por The Guardian, el portavoz de la empresa Sydney Waters, que gestiona el tratamiento de aguas residuales en la región, declinó cualquier responsabilidad. “Sólo vertimos aguas residuales que cumplen” con la normativa, no ha habido “ningún problema con las depuradoras”, aseguró.
Se están llevando a cabo operaciones de limpieza en toda la costa y la Agencia de Protección Ambiental de Nueva Gales del Sur (EPA) ha iniciado una investigación para determinar el origen de los escombros.
Una contaminación similar ya afectó el litoral de esta región el pasado mes de octubre. La aparición de cientos de bolas negras provocó el cierre de varias playas. Después de dos meses de investigación, la EPA indicó que los escombros estaban compuestos de diesel y aguas residuales, pero no pudo determinar su origen. En ese momento, Sydney Waters también negó cualquier responsabilidad.
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