Además, el análisis muestra que incluso con niveles relativamente bajos de práctica, la ventaja ya es significativa y se suma a la evidencia ya convincente del papel clave y beneficioso de la actividad física en la reducción del riesgo de muerte por cáncer y en los resultados de salud y la supervivencia.
el estudio analiza datos anónimos del Discovery Health Medical Scheme (DHMS), el plan médico de Sudáfrica que cubre aproximadamente 2,8 millones de beneficiarios. Este sistema ha implementado un programa para fomentar la adopción de un estilo de vida saludable, Vitality. Los participantes de Vitality son recompensados ganando puntos por actividad física, registrados por rastreadores de actividad, asistiendo a un gimnasio o participando en actividades físicas. Los investigadores tomaron en cuenta el tipo de actividad, frecuencia, duración e intensidad de la actividad practicada por cada participante, para un total de 28.248 participantes, seguidos de 2007 a 2022.
- Entre los diagnósticos de cáncer registrados, los de mama y próstata fueron los más frecuentes, representando el 44% del total de estos diagnósticos;
- el tiempo desde el diagnóstico inicial hasta la progresión de la enfermedad, la muerte o el retiro del estudio osciló entre 1 mes y casi 13 años;
- el cáncer no progresó en casi dos tercios de la muestra (65,5%), pero sí en el resto de participantes (34,5%);
- El 81% de los participantes estaban vivos al final del seguimiento;
- el tiempo promedio desde el diagnóstico hasta la muerte fue de 20 meses y el tiempo promedio desde el diagnóstico hasta la progresión del cáncer fue de 7 meses;
- después de tener en cuenta posibles factores de confusión, incluida la edad en el momento del diagnóstico, el sexo, la situación económica y social y las comorbilidades,
- las tasas de progresión del cáncer y muerte son significativamente más bajas entre los participantes que realizaron actividad física durante el año anterior al diagnóstico;
- en concreto, el riesgo de progresión de la enfermedad se reduce en un 16% con niveles bajos de actividad física en el año anterior y en un 27% con niveles moderados y altos de actividad física;
-
el riesgo de muerte por todas las causas se reduce en un 33% con niveles bajos de actividad física en el año anterior y en un 47% con niveles moderados y altos;
- A los 2 años del diagnóstico, la probabilidad de ausencia de progresión de la enfermedad en personas que no habían practicado actividad física durante el año anterior al diagnóstico es del 74%, frente al 78% y el 80%, respectivamente, con niveles bajos y moderados a altos. actividad física;
- Si el riesgo de progresión del cáncer aumenta, lógicamente, con el tiempo, siempre sigue siendo menor si se practica un determinado nivel de actividad física durante el año anterior al diagnóstico;
- se observan tendencias similares en el caso de las muertes por todas las causas;
- las probabilidades de supervivencia a los 3 años del diagnóstico son respectivamente del 88%, 92% y 94% para los diferentes niveles de actividad (nada, poca y moderada + alta), y del 84%, 90% y 91% a los 5 años.
Este estudio observacional no demuestra causa y efecto, pero lleva a conclusiones justificables por numerosas explicaciones biológicas plausibles: la principal es la forma en que la actividad física fortalece la inmunidad aumentando el número de células asesinas naturales, linfocitos, neutrófilos y eosinófilos.
“En un mundo donde el cáncer sigue representando una carga importante para la salud pública, promover la actividad física puede proporcionar importantes beneficios”.
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