En Australia, un hecho inquietante está causando revuelo. Se han filtrado cientos de muestras de virus altamente peligrosas de un laboratorio de Queensland, lo que plantea importantes dudas sobre la bioseguridad y la gestión de patógenos infecciosos.
En agosto de 2023, Queensland Health descubrió que 323 viales que contenían virus como Hendra, Orthohantavirus y Lyssavirus habían desaparecido desde 2021. El ministro Timothy Nicholls lo calificó como una “violación grave de los protocolos de bioseguridad”. Se inició una investigación para rastrear su desaparición y comprender por qué esta anomalía no se detectaba desde hacía dos años.
Al parecer, los viales procedían de un congelador roto. Al realizar la transferencia a un nuevo dispositivo, los errores en la documentación dejaban áreas grises. Aunque se ha descartado la hipótesis de un robo, las autoridades desconocen si las muestras fueron destruidas o simplemente extraviadas.
Entre los virus afectados, el Hendra, que puede transmitirse de los caballos a los humanos, tiene una tasa de mortalidad del 57%. El ortohantavirus, transmitido por roedores, causa un síndrome pulmonar fatal en el 38% de los casos sintomáticos. En cuanto al Lyssavirus, cerca de virus de la rabiaes casi sistemáticamente mortal tras la aparición de los síntomas.
Afortunadamente, los científicos creen que las muestras no suponen ningún riesgo inmediato para la población. Almacenados a -80°C, estos patógenos se vuelven rápidamente inactivos a temperaturas más altas. Sin embargo, la incertidumbre sobre su ubicación mantiene un elemento de duda.
Este tipo de incidentes no son infrecuentes. En 2014, el Instituto Pasteur extravió más de 2.000 muestras relacionadas con el SARS. Estos acontecimientos ilustran los límites de los dispositivos de seguridad, incluso en laboratorios altamente especializados. Errores humanos, fallos técnicos o procedimientos insuficientes, las causas son múltiples.
Para evitar incidentes futuros, Queensland Health ha aumentado la capacitación de los empleados e iniciado auditorías rigurosas. Sin embargo, ¿serán suficientes estas medidas? Los expertos piden una mayor vigilancia y control prácticas de bioseguridad fortalecidas.
Si bien los virus desaparecidos siguen siendo imposibles de rastrear, este caso nos recuerda que los laboratorios que manipulan patógenos deben combinar rigor absoluto y transparencia. En Australia Como en otros lugares, garantizar una seguridad óptima sigue siendo un imperativo para prevenir posibles desastres.
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