1. “Limítate a 5 bocados”.
Las cenas navideñas suelen ser sinónimo de aperitivos.
“Estoy seguro de que si le preguntamos a cualquiera que nos rodea: ¿cuánto peso es probable que ganemos durante la temporada navideña? Nos dirán: 3 libras, 5 libras o incluso 10 libras”, explica Annie Ferland, nutricionista y fundadora del blog Science et Fourchette.
En realidad, estas cifras están muy sobreestimadas. “Si nos basamos en la ciencia, estamos hablando de un aumento de peso de 300 a 500 gramos de media. Es el equivalente a una lata de legumbres, no es enorme”, explica.
“Si siempre contamos las picaduras, es una presión que necesariamente conlleva culpa”, subraya Annie Ferland. A sus ojos, limitarse o calcular todo crea una presión innecesaria.
Más bien, nos anima a saborear plenamente, tanto la comida como los momentos que pasamos con nuestros seres queridos durante la temporada navideña.
2. “Evita los excesos, come con moderación”.
“Este consejo no significa nada”, afirma la nutricionista. “Es porque le falta precisión. Se puede interpretar de cualquier manera”, explica. “¿Qué es “evitar el exceso”? ¿Qué es el exceso para nosotros? Para algunas personas, “evitar el exceso” puede significar una dieta muy, muy restrictiva, o incluso no una dieta saludable”.
Comer debería seguir siendo una experiencia positiva, afirma. Tan pronto como damos consejos restrictivos, es señal de que debemos reconsiderar nuestra relación con la comida. Y, sobre todo, “al tomarnos el tiempo para saborear, al final a menudo comemos menos”, explica Annie Ferland.
3. “Utilice un plato pequeño”.
Este es un consejo que afirma que al servirnos en un plato pequeño, instintivamente comeremos menos.
“Aislarse de estas señales utilizando métodos matemáticos para intentar comer menos no está validado por la ciencia”, explica la nutricionista. “Incluso los estudios sobre este tema fueron retractados porque el investigador que los realizó había cometido un fraude científico”.
Se refiere aquí a Brian Wansink, ex director del Food Brand Lab de la Universidad de Cornell, que vio varios de sus estudios desacreditados tras haber sido implicado en varios escándalos de manipulación de datos, en particular en sus estudios sobre el comportamiento alimentario.
Este consejo sensacionalista puede llamar la atención, pero, como señala Annie Ferland, “en realidad, no funciona”.
La nutricionista concluye mencionando que las ocasiones especiales no deben ser sinónimo de presión o ansiedad. Lo más importante de las cenas navideñas es saborear y disfrutar de platos que en ocasiones sólo comemos una vez al año.
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