Los investigadores de un estudio holandés reciente sugieren modificar genéticamente ciertos parásitos que transmiten los mosquitos. ¿El objetivo? Hacer de estos insectos aliados en futuras campañas de vacunación, particularmente contra la malaria.
¿Un futuro aliado de la vacunación?
Si bien los mosquitos contribuyen a transmitir muchas enfermedades y que el calentamiento global favorece su proliferación, muchas investigaciones implican reducir drásticamente sus poblaciones. ¿Y si esta no fuera la mejor solución? ¿Y si fuera posible hacer del mosquito un aliado del ser humano? A pesar de su mala fama, el mosquito ya es útil de por sí ya que es un insecto polinizador, al igual que las abejas. Sin embargo, también podría convertirse un aliado en las campañas de vacunacióntal y como indica un estudio publicado en el New England Journal of Medicine el 20 de noviembre de 2024.
Liderada por el centro médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos), esta investigación abordó por primera vez la modificación genética de los mosquitos. El objetivo era hacer que cada miembro de la colonia llevara gradualmente una vacuna antes de dejarles morder a los humanos como quisieran. Sin embargo, se favoreció otra solución aún más eficaz.
Una tasa de éxito prometedora con los mosquitos
Los investigadores holandeses finalmente centraron su interés en una especie particular de parásito: el Plasmodium falciparum. Es el parásito más mortal para los humanos y causa la malaria. con una tasa de mortalidad del 90%. El parásito, que acompaña a las hembras de Anopheles antes de alimentarse, se esconde en las glándulas salivales con enzimas antiinflamatorias y anticoagulantes. Cuando el mosquito pica a un humano, hasta 200 de estos parásitos puede entrar al sistema sanguíneo. Luego viajan a través de la sangre, se multiplican y matan a los glóbulos rojos, provocando los síntomas habituales de la enfermedad.
Los autores del estudio descubrieron una manera de garantizar que el Plasmodium falciparum tiene un efecto de vacuna más que de enfermedad. Después de varias pruebas realizadas con voluntarios, los científicos finalmente obtuvieron una tasa de éxito alentadora del 89%. Obviamente, las picaduras de mosquitos siguen siendo muy desagradables, pero el descubrimiento podría ayudar a apoyar la lucha contra la malaria y potencialmente otras enfermedades.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la malaria ha causado alrededor de 608.000 muertes en 2022 para 249 millones de casos. Además, cuatro países se ven afectados por la mitad del total de muertes: Nigeria (26,8%), la República Democrática del Congo (12,3%), Uganda (5,1%) y Mozambique (4,2%).
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