Los centros de día parisinos han encontrado una forma original de combinar la prevención médica y el apoyo social: consultas bucales y dentales para sus usuarios, organizadas en colaboración con el CPAM. Estas sesiones, dos veces al año, permiten un valioso cribado y, en ocasiones, una atención completa a los más aislados.
Desde el cepillado colectivo hasta los cuidados, todo está pensado para garantizar una salud bucal óptima, a menudo descuidada. Una iniciativa bien recibida por familias y cuidadores. Encuentro con Véronique Falyse, directora del CAJ ETIMOË, en el corazón de este sistema.
¿De dónde surgió la idea de este acuerdo entre los centros de día parisinos y el CPAM para la prevención bucodental?
La idea surge del CPAM, que ha hecho esta propuesta cada vez que se abre un centro, al menos según la información que he tenido. Lo mismo ofrecen en los EHPAD, es una iniciativa que extienden en cuanto tienen la posibilidad.
¿Qué cosas positivas ha notado desde que comenzaron estas visitas periódicas?
Para algunos, especialmente las personas solteras, este es el único momento en el que pueden controlar su salud bucal. También es una oportunidad para intercambiar ideas y escapar de un aislamiento a veces severo. Los participantes suelen alegrarse ante la idea de este control. Las familias y las personas apoyadas aprecian mucho esta iniciativa.
¿Cómo funciona el cepillado colectivo antes de la consulta? ¿Qué opinan los participantes?
El cepillado se ofrece después de la comida, cada uno por turno. La CPAM les regala un cepillo de dientes para la ocasión. Este tiempo también permite al equipo observar cómo les va a las personas. Este es un buen indicador: podemos ver quién necesita ayuda o consejo adicional. Los participantes se lo toman con una sonrisa, especialmente en grupos, donde el aspecto divertido nunca está lejos.
¿Cuáles son los mayores desafíos para garantizar la atención de seguimiento, especialmente para quienes no cuentan con apoyo familiar?
Para las personas aisladas, esto es realmente un verdadero desafío. Comenzamos enviando una carta a los cuidadores o directamente a la persona apoyada si es independiente. Pero muchas veces, para aquellos que no tienen ni cuidador, ni tutor, ni familia, es la enfermera de la estructura la encargada de contactar con un servicio de ayuda a domicilio o con un tutor. A veces tenemos que encontrar soluciones específicas: por ejemplo, durante una última sesión, un tutor y organizamos citas urgentes en el centro de salud del distrito 19. Insistimos en que un dentista experimentado se hiciera cargo. Su comprensión fue notable.
Dices que poca gente se niega. ¿Por qué crees que esta iniciativa tiene tan buena acogida?
Esta propuesta supone un gran alivio para las familias. Ya tienen mucho en qué pensar: seguimiento médico, ayuda a domicilio, visitas a especialistas… Con este sistema parte de la carga mental desaparece. Quienes se niegan suelen ser aquellos que ya tienen un seguimiento regular, lo cual es muy raro entre nuestros usuarios.
Related News :