Confusión entre letras, dificultad para orientarse en el tiempo y el espacio… Estos son algunos de los síntomas de la dislexia. Esta enfermedad, que perjudica gravemente la lectura y la escritura, afecta a entre el 8 y el 10% de la población mundial. “Hace unos años, Albert Le Floch y Guy Ropars, investigadores de Rennes, descubrieron que los pacientes no tienen un ojo dominante, lo que perturba la lectura. Las imágenes enviadas por los dos ojos llegan al mismo tiempo y se superponen, y el cerebro tiene dificultades para procesarlas. explica Bertrand Decours, director general de Lili for Life.
Luego, los dos investigadores desarrollaron soluciones para corregir este problema.. Su trabajo fue premiado, en 2020, con el premio de la Academia Nacional de Medicina. Frédéric Granotier, fundador y director vitalicio de Lili, conoce a Albert Le Floch y Guy Ropars, quienes acceden a permitirle fabricar y comercializar lámparas a partir de su trabajo. Así nació la start-up con sede en Rouen en septiembre de 2020 y presentó una patente global. En cuanto a las gafas destinadas a personas disléxicas, se elige Atol para su comercialización.
Autónomo, plegable, fácilmente transportable
“Nuestra lámpara Lili utiliza una luz estroboscópica que crea un cambio temporal en la percepción entre los ojos”,desarrolla Bertrand Decours, que se incorporó a la startup en 2022. La lectura se vuelve así más fluida y menos agotadora. Para adaptarse a su usuario, la intensidad y frecuencia de los destellos, invisibles a simple vista, se pueden configurar mediante una aplicación. La operación sólo dura unos minutos. La frecuencia está entre 60 y 120 Hz, lo que no debería provocar crisis epilépticas fotosensibles. Plegable y autónoma durante más de siete horas, Lili es transportable. “Se puede utilizar muy fácilmente en clase” nota Bertrand Decorus.
“El 80% de las personas con dislexia ven una mejora. Pero para el 20% no funciona, sin saber por qué, señala, sin embargo, el director general. Por eso siempre ofrecemos una prueba gratuita de 45 días”. La empresa, que cuenta con una decena de empleados, ha vendido unas 3.000 lámparas fabricadas en Francia. La comercialización se realiza principalmente a través del sitio web, pero también a través de una red de distribuidores, entre los que se encuentran, en particular, las ópticas “Ecouter voir” y Fnac, Darty, Boulanger.
Un tabú en los negocios
Pero Lili de por vida no se detiene ahí. “Descubrimos que muchas personas se avergüenzan de su dislexia y la ocultan, por ejemplo, en su entorno profesional”. lamenta Bertrand Decours. Si en algunos países las personas con dislexia son consideradas una ventaja porque procesan la información de manera diferente, en Francia el tema sigue siendo un tabú. “Por eso realizamos intervenciones en las empresas sobre este tema” El director general se recuperó. Se ofrecen conferencias y talleres.
Se trata de concienciar a los empleados, explicarles lo que puede aportar una persona que padece esta enfermedad pero también mostrarles cómo adaptar su puesto y cómo supervisarles. “Esto libera la expresión y debería permitir que un empleado diga que está preocupado”. señala Bertrand Decours. Gracias a este enfoque, el grupo Crédit Agricole sensibilizó a sus empleados y adoptó la lámpara Lili en algunas de sus filiales y bancos regionales.
Actualmente, la startup está trabajando para desarrollar redes de distribución en el extranjero. También espera incrementar las colaboraciones con mutuas de salud, como la establecida con la Mutuale, que permite a sus afiliados, hasta el 11 de diciembre, beneficiarse de un precio preferencial. Para darse a conocer, la start-up aumenta su participación en ferias: “Made In France”, CES de Las Vegas… el futuro parece prometedor para Lili de por vida.
Para Aletheia Press, Laetitia Brémont
Etiquetas:
Related News :