A partir del 1 de enero de 2025, el cribado del cáncer de cuello uterino ya no se realizará cada tres años mediante citología, sino cada cinco años mediante una prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH).
Este avance tiene como objetivo proteger mejor la salud de las mujeres y confiar en métodos de detección más eficaces adaptados a los datos científicos recientes.
cáncer de cuello uterino
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más común entre las mujeres, con aproximadamente 660.000 nuevos casos y 350.000 muertes en 2022. Las tasas de incidencia y mortalidad son más altas en los países de ingresos bajos y medios, debido a acceso limitado a servicios, pruebas y tratamiento de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH). Este cáncer es causado por una infección persistente por VPH y las mujeres que viven con VIH tienen un riesgo seis veces mayor de desarrollarlo.
El papel crucial de la detección
Aunque este cáncer suele crecer lentamente, se puede prevenir mediante una detección temprana, lo que permite detectar lesiones precancerosas antes de que se conviertan en cáncer. Según un informe sobre el desempeño del sistema de salud belga establecido disponible aquí, nos enteramos de que “en 2021, la tasa de detección del cáncer de cuello uterino en Bélgica fue inferior a la media de la UE-14 (59,6%) pero superior a la de la UE. UE-27 (53,2%)”. Además, la OMS ha fijado tres objetivos a alcanzar de aquí a 2030 para poner a todos los países en el camino de la eliminación en las próximas décadas: que el 90% de las niñas estén completamente vacunadas contra el VPH a la edad de 15 años, que el 70% de las mujeres se han beneficiado de un cribado de calidad a los 35 y 45 años y que el 90% de las mujeres con enfermedad cervical reciben tratamiento. En Bélgica, el cribado actual se basa en un frotis cervical, realizado cada tres años en mujeres de 25 a 64 años. Este frotis puede buscar anomalías celulares que puedan indicar una infección por VPH o cambios precancerosos. Sin embargo, estudios científicos recientes han demostrado que la detección del VPH, en lugar del examen citológico tradicional, es un método más confiable para identificar a las mujeres en riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino. En este sentido, Bélgica ha decidido modificar su protocolo de detección.
La nueva prueba de detección del VPH
A partir del 1 de enero de 2025, el cribado se centrará en la prueba del VPH, que consiste en buscar la presencia del virus en las células del cuello uterino. Esta prueba se realizará cada cinco años a partir de los 30 años. Este enfoque tiene varias ventajas: la prueba del VPH es más sensible que el frotis para detectar infecciones de alto riesgo y puede identificar a las mujeres en riesgo de desarrollar cáncer mucho antes de que aparezcan síntomas graves. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) han apoyado esta transición, respaldando la eficacia de la detección temprana del VPH para prevenir los cánceres de cuello uterino.
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