Las enfermedades cardiovasculares a veces son asintomáticas. Así lo demuestra un estudio británico publicado en la revistaRevista Europea del Corazón. Los resultados de los exámenes mostraron que más de una cuarta parte de las personas mayores de 60 años con buena salud padecen valvulopatías. Obtenga más información.
Valvulopatía: ¿cuáles son las posibles causas?
La valvulopatía es una patología que afecta a las válvulas cardíacas y su funcionamiento. De hecho, las válvulas del corazón permiten que la sangre circule correctamente por el corazón, evitando el reflujo.
A veces, la enfermedad valvular es de origen congénito, pero en algunos casos es el resultado del desgaste normal de las válvulas cardíacas. Otras afecciones cardíacas pueden causar enfermedades de las válvulas cardíacas al dejar cicatrices o dañar el tejido cardíaco, como:
- reumatismo articular;
- enfermedad coronaria;
- la hipertensión ;
- un ataque cardíaco previo;
- miocardiopatía…
Enfermedad valvular en ancianos: ¿qué dice la ciencia?
Con el envejecimiento demográfico, la presencia de valvulopatías asintomáticas en la población mundial sigue siendo desconocida.
Científicos británicos llevaron a cabo un estudio prospectivo entre 2007 y 2016 en el Reino Unido. Evaluaron la salud cardíaca de más de 4.000 personas sanas mayores de 60 años.
Los pacientes no tenían indicación previa de ecocardiografía transtorácica. Un total de 5.429 personas se ofrecieron voluntariamente para participar en el estudio, de las cuales 4.237 cumplieron los criterios de inclusión. La valvulopatía se diagnosticó en más del 28% de los pacientes. Los tipos más comunes de valvulopatía cardíaca fueron la insuficiencia valvular tricúspide (13,8%), mitral (12,8%) y aórtica (8,3%).
Los factores de riesgo cardiovascular más comunes fueron la hipertensión (36,4%), la hipercolesterolemia (24,4%), el tabaquismo (9,7%) y la diabetes mellitus (7,8%).
¿Cómo manejar la valvulopatía asintomática?
El tratamiento de los pacientes que padecen valvulopatía y no presentan síntomas sigue siendo problemático. Sin embargo, se recomienda realizar una ECG (electrocardiograma) con el fin de detectar falsos síntomas asintomáticos y cuantificar el aumento de la presión arterial durante el ejercicio, un parámetro fiable de tolerancia hemodinámica.
En cuanto a la insuficiencia aórtica, recordamos que elultrasonido transtorácico sigue siendo la técnica de primera línea para la evaluación del impacto del ventrículo izquierdo (VI) y la detección de aneurismas aórticos iniciales frecuentemente asociados.
En caso de ecogenicidad insuficiente, elresonancia magnética cardiaca es el método de referencia para calcular los volúmenes del ventrículo izquierdo y la fracción de eyección.
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