Los perros son animales maravillosos. Además, les gusta demostrarnos su amor lamiendonos. “La saliva de un perro contiene menos bacterias que la de un ser humano” es una frase recurrente en boca de los dueños de perros cuyo compañero de cuatro patas acaba de lamer a alguien.
Diferentes bacterias
Como explica a la revista Huffpost la doctora Tessa LeCuyer, profesora y microbióloga veterinaria, “todas las bocas están sucias, es decir, llenas de microbios. La boca de un perro no está más limpia que la de un humano.
Sobre todo porque los perros tienden a olfatear, lamer o incluso comer dos fuentes bacteriológicas especialmente peligrosas: los excrementos y la carroña.
Salmonella y listeria
“Por tanto, los perros pueden infectarse con salmonella o parásitos como los nematodos”, continúa el Dr. LeCuyer. Si un perro ingiere carne cruda, ya sea como parte de su dieta o porque ha mordisqueado un animal muerto durante un paseo por el bosque, corre el riesgo de infectarse con salmonella o listeria, potencialmente transmisibles al hombre.
Como norma general, se debe lavar bien las manos después de cualquier contacto con el animal. Y si tu perro es de los que huele por todas partes, probablemente sea mejor no dejar que te lama la cara. De hecho, “estas bacterias podrían transmitirse si el perro lame a alguien alrededor de la boca”, asegura el Dr. LeCuyer.
Cuidado con las heridas abiertas
La mayoría de las bacterias de la boca de un perro sólo pueden enfermar a un ser humano si terminan en la boca del perro o han entrado en la piel a través de una herida. Por este motivo, las mordeduras de perros y gatos suponen un alto riesgo de infección.
¿Es peligrosa la saliva de perro?
Varios estudios han constatado la presencia de bacterias peligrosas para los humanos en la saliva de los perros, en particular gérmenes resistentes a los antibióticos. Las mordeduras de perro pueden provocar además una septicemia potencialmente mortal, como en el caso de un hombre de 41 años que perdió ambas piernas, la nariz y los dedos de una mano a causa de una infección.
Incluso si no hay picadura, en la piel hay aberturas a través de las cuales es posible una infección, por ejemplo, a través de granos, erupciones cutáneas o pequeños cortes. También deben tener especial cuidado las personas con problemas de la piel como rosácea, eczema o acné. En ellos, la saliva del perro podría provocar un brote.
Riesgo para el perro
La salud del perro también está potencialmente en riesgo. De hecho, los medicamentos administrados a través de la piel o los productos cosméticos pueden ser perjudiciales para el animal si éste lame la cara de una persona. El xilitol, por ejemplo, es particularmente tóxico para los perros, incluso en dosis bajas. Está presente en muchos productos para el cuidado de la piel y pastas de dientes.
Según la Asociación para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA), el óxido de zinc, un componente que se encuentra comúnmente en ungüentos curativos y protectores solares, puede causar malestar estomacal o reacciones alérgicas en los perros. Algunos anestésicos y analgésicos locales, como la lidocaína, la dibucaína y el diclofenaco, son aún más peligrosos e incluso potencialmente mortales, incluso en dosis bajas.
¿Cómo te muestra tu mascota su amor? ¡Cuéntanos en los comentarios!
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