Síndrome de fatiga crónica (SFC) o la encefalomielitis miálgica (EM) es una enfermedad compleja y de larga duración caracterizada por fatiga extrema que no mejora con el reposo y puede empeorar con la actividad física. El agotamiento es lo suficientemente grave como para limitar la capacidad de una persona para realizar las actividades diarias. Otros síntomas pueden incluir dolor muscular, dolor en las articulaciones, problemas de memoria, dolores de cabeza, problemas para dormir y sensibilidad a la luz o al sonido.
El SFC sigue siendo complejo de diagnosticar y no tiene un tratamiento eficaz. Sin embargo, sus causas siguen siendo en gran parte desconocidas en la actualidad. Sin embargo, investigaciones anteriores han mencionado el agotamiento neuroinmune, otros cambios inmunológicos y otras anomalías en la producción de energía en las células inmunes. El SFC tiene pocos marcadores de diagnóstico, aparte de las anomalías cerebrales y estas firmas inmunitarias específicas. Es por eso que algunos pacientes pueden permanecer afectados durante años antes de obtener el diagnóstico correcto.
“Es una enfermedad misteriosa”
explica el autor principal, Xuanhong Cheng, investigador y profesor de bioingeniería en la Universidad de Lehigh: “No existen indicadores biológicos únicos para diagnosticar el SFC y, por lo tanto, los médicos se ven obligados a diagnosticar a los individuos excluyendo otros síntomas y afecciones.
El estudio de los cambios moleculares y celulares. en el tejido muscular, que está en curso, debería conducir a mejores opciones terapéuticas, no solo para el SFC sino también probablemente para el COVID prolongado frecuentemente asociado con el SFC.
“Los síntomas del SFC son muy similares a los del COVID prolongado y uno de los síntomas más consistentes de ambas enfermedades es el dolor muscular”.
A nivel molecular, el estrés oxidativo De hecho, el alto se encuentra en los músculos de los pacientes que padecen una u otra de estas 2 afecciones. Por lo tanto, el equipo adoptó un enfoque multidisciplinario para determinar si existen indicadores biológicos en el músculo, incluida la expresión genética en las fibras musculares y las células madre musculares, que podrían usarse como marcadores para diagnosticar estas enfermedades.
A nivel celular, la firma eléctricaEn este caso, las células madre del músculo esquelético, caracterizadas mediante una nueva tecnología, resultan ser un marcador prometedor de la enfermedad.
“Comprobaremos si estas firmas son lo suficientemente específicas para diagnosticar la enfermedad”,
añaden los investigadores. Las mediciones eléctricas podrían convertirse en una valiosa herramienta de diagnóstico porque son más fáciles y menos costosas que los análisis moleculares. Sin embargo, queda por descifrar exactamente cómo se correlacionan estos cambios eléctricos identificados con las anomalías moleculares subyacentes.
Continúa la investigación sobre estos cambios eléctricos observados en las células madre del músculo esquelético con el objetivo de avanzar no sólo hacia una herramienta de diagnóstico más práctica sino también hacia una mejor comprensión de cómo el SFC afecta a los músculos. El equipo ya está considerando
el uso de un electrodo simple a una determinada frecuencia
lo que podría permitir detectar esta anomalía eléctrica que indica una patología en el músculo.
Health
Related News :