Enfermedades respiratorias virales altamente contagiosas, los virus de la influenza porcina son transmisibles a los humanos. En 2021, se detectó por primera vez un caso de gripe porcina en un criador de Bretaña. También se han registrado varios casos de transmisión de estos virus en varios países.
Ante este importante riesgo para la salud humana y animal, la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y Salud Ocupacional (ANSES) recibió el mandato de evaluar el riesgo de introducción y persistencia de estos virus en las granjas porcinas, así como el riesgo de transmisión entre animales. y humanos.
Una enfermedad potencialmente transmisible a los humanos
La gripe porcina es frecuente en las granjas francesas. Los cerdos pueden verse infectados por los virus de la gripe porcina, pero también por los virus de la gripe humana o aviar. “Esta coinfección puede facilitar la aparición de nuevos virus de la gripe llamados recombinantes: al combinar los genes de varios virus de la gripe de distintos orígenes, podrían volverse más virulentos o facilitar su transmisión a otras especies”, explica la ANSES en un informe publicado en noviembre de 2024.
La experiencia de la ANSES destaca que los cerdos vivos, en particular las cerdas jóvenes, representan la principal fuente de introducción de estos virus en la ganadería. De hecho, la agencia recomienda examinar a los animales nuevos antes de trasladarlos. Subraya que los movimientos de animales entre granjas, pero también entre regiones y países, contribuyen a la propagación de estos virus y, por tanto, a la aparición de virus reagrupados con potencial “panzoótico o pandémico”.
Un virus persistente en reproducción
La agencia recuerda también que el cumplimiento de las medidas de bioseguridad en las granjas es fundamental, especialmente cuando se introducen animales, porque los virus de la gripe porcina son especialmente persistentes en el medio ambiente. Según la ANSES, esta persistencia está fuertemente condicionada por el estado inmunológico de los cerdos, el manejo de la cría en “bandas” y la estructura de los edificios, en particular la ventilación.
Los seres humanos también son un vector para la introducción de virus de la influenza porcina en la producción ganadera. Por ello, la ANSES recomienda seguir las recomendaciones de la Alta Autoridad Sanitaria para la vacunación contra la gripe estacional a las personas que trabajan en granjas porcinas.
Además, “las personas con síntomas gripales no deben ingresar a las granjas y, durante el período de circulación de la gripe estacional, los criadores y otras personas en contacto con los cerdos deben utilizar equipos de protección personal: mascarillas, gafas/visores, guantes…”
Vigilancia reforzada
Aunque el riesgo de transmisión interhumana de virus porcinos es bajo con los virus que circulan actualmente, la ANSES pide reforzar la vigilancia de los virus de la gripe tanto en cerdos como en humanos.
La Agencia sugiere, en particular, estudiar la posibilidad de ampliar a la gripe porcina el protocolo Saga (Vigilancia Activa de la Influenza Aviar), cuyo objetivo es detectar precozmente los casos de transmisión de animales a humanos. ¿El objetivo? Mejorar la capacidad de respuesta de los profesionales del sector (veterinarios, médicos, criadores, etc.) para identificar lo antes posible la aparición de nuevas cepas virales.
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